"Ofrecerse a Dios para orar"
Dispongámonos exterior e interiormente, poniendo toda nuestra atención, inteligencia, nuestra particular capacidad de expresión, nuestra voluntad y corazón; deseando acercarnos en la oración a Dios, a la pureza misma.
Dispongámonos, poniendo el corazón a Su servicio para producir actos dignos de Él.
Renunciemos al egoísmo, a todas las distracciones y desviaciones que naturalmente brotan de nuestros pensamientos.
Con este ofrecimiento inicial y humilde, quisiera Señor permanecer en Tu gracia y ponerme en Tu presencia, con afectuoso temor y profundo sentido de piedad.
Recemos vocalmente las plegarias de la Iglesia que nos ayudan a convocar y entrar en presencia de Dios.
PidámosLe las gracias que queremos obtener, pongamos en Sus manos las necesidades y estados de ánimo que pasamos; para que quedemos totalmente y radicalmente transformados por Su amor.
Aprendamos los gestos y las palabras de Jesús en el Evangelio para imitar y seguir su ejemplo en nuestras vidas.
Y dejemos un tiempo para el silencio antes de levantarnos; un tiempo para que Dios sople su Espíritu sobre nosotros, nos renueve y nos guíe en este día.
¡Gracias! 45 personas oraron
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6