Esta Verdadera Devoción consiste esencialmente en vivirla
Lunes 22 de julio de 2019
Esta Verdadera Devoción arranca de un acto formal de consagración, pero consiste esencialmente en vivirla ya desde el primer día, en hacer de ella no un acto aislado, sino un estado habitual. Si a María no se le da posesión real y absoluta de esa vida -no de algunos minutos u horas simplemente-, el acto de consagración, aunque se repita muchas veces, no vendrá a valer más de lo que puede valer una oración pasajera. Será como un árbol que se plantó, pero que no arraigó.
Mas no se crea que esta Devoción exige que la mente esté siempre clavada en el acto de consagración. Sucede aquí como en la vida física: así como esta vida sigue estando animada por la respiración y el latir del corazón, aunque no reparemos en sus movimientos, también la vida del alma puede estar animada por la Verdadera Devoción incesantemente, aún cuando no prestemos a ella una atención consciente actual; basta que reiteremos de vez en cuando el recuerdo del dominio soberano de la Virgen, rumiando esta idea despacio y expresándola en actos y jaculatorias, para darle calor y viveza; pero con tal de que reconozcamos de una manera habitual nuestra dependencia de Ella, la tengamos siempre presente -al menos de una manera general-, y ejerza influencia real y absoluta en todas las circunstancias de nuestra vida.
¡Gracias! 23 personas oraron
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6