Julio 20 - Tercer día: Novios, esposos

Imagen principal de la publicación

Oración para todos los días

Soberana Madre de la Reina del cielo y Abuela del Verbo humanado; mi señora Santa Ana, con humilde reverencia postrado ante tus pies, te suplico, que si el favor que te pido ha de ser para gloria de tu Santísimo Nieto, Dios y Señor mío y bien de mi alma, me lo concedas, y si no, endereza mi ruego de manera que sea de mayor agrado para la gloria suya y provecho espiritual de mi alma. 

¡Oh, gloriosa Santa Ana! que estas llena de compasión por quienes te invocan y de amor por los que sufren, continúa intercediendo por mí hasta que mi petición sea concedida. 

¡Amén!


Del Cantar de los Cantares

[El Amado]

Como un lirio entre los cardos es mi amada entre las jóvenes.

 

[La Amada]

Como un manzano entre los árboles silvestres, es mi amado entre los jóvenes: yo me senté a su sombra tan deseada y su fruto es dulce a mi paladar.

Él me hizo entrar en la bodega y enarboló sobre mí la insignia del Amor.

 Cantar de los Cantares 2:2-4

 

Día Tercero

Santa Ana consiguió de Dios infinitamente más de lo que podía esperar y desear. Sus heroicas virtudes y su contemplación la habían preparado para uno de los ministerios más encumbrados del mundo. Dios la hace Madre de la que será Madre de Jesús; las entrañas benditas de Santa Ana conciben el fruto más admirable de los cielos y de la tierra: después de Jesucristo, su santa Madre María, Hija de nuestra Santa. He aquí el fruto de bendición que Dios da a nuestra excelsa Abogada. ¿Qué lengua podrá expresar las gracias que la Concepción Inmaculada de María atrajo sobre nuestra amada Santa? Si Dios bendice extraordinariamente a quienes ama, ¿cómo no bendeciría a Santa Ana los nueve meses que llevó en sus entrañas a su Hija María, Arca viva de la Nueva Alianza? Sin duda, grandes bendiciones colmaron a nuestra Santa Ana, convirtieron su feliz morada en un trozo de cielo y le hicieron presentir las misericordias de Dios sobre la casa de Israel y sobre el universo entero.


Santa Ana y San Joaquín, como todos los jóvenes en Israel, vivieron un tiempo de preparación al matrimonio. Después de su boda, vivieron en Nazaret, llevando una vida santa en unión perfecta, donde Dios tenía el primer lugar, y atendiendo a los pobres.

Por eso es que decimos que Santa Ana y San Joaquín acompañan a los novios que se confían a ellos para construir una unión sólida, anclada en Cristo, y ayudan a los esposos a renovar cada día su don mutuo, sellado el día de su matrimonio.


De San Juan Pablo II

«La Eucaristía es una fuente en la que beben los esposos cristianos. En el sacrificio de la nueva Alianza que Cristo contrae con la humanidad, descubren un modelo de amor, don gratuito y acción de gracias. La base de la relación conyugal no son únicamente los sentimientos amorosos; ella se basa sobre todo en el compromiso definitivo y deseado, en la alianza y el don, pasando por la fidelidad. Por su vida conyugal, los esposos dan testimonio del verdadero amor, que integra todas las dimensiones de la persona, espiritual, intelectual, voluntaria, afectiva y física.»

Discurso de San Juan Pablo II, Sainte Anne d’Auray, Francia – Septiembre 20, 1996 - N°4


Oremos:

Santa Ana, hoy te rezamos por y con los novios y esposos. Guíalos e inspíralos para que pongan a Dios en primer lugar. Que su amor irradie y dé testimonio de la belleza y la grandeza del compromiso total en el corazón del mundo.

También te confiamos a los que dudan del matrimonio: que descubran que Dios se compromete con ellos y que los bendecirá en su unión.


¡Santa Ana! te pedimos

ser la guardiana de la fe en nuestros corazones,

de la gracia en nuestras almas,

de la solidaridad en nuestros hogares,

del amor en nuestra familia

de la reconciliación en la Iglesia

de la paz en el mundo.

Guarda viva en nosotros

la virtud de la esperanza.


¡Santa Ana, madre de María y abuela de Jesús, 

vela por nosotros, y por nuestros ancianos!



Conclusión:

Si no dispones de mucho tiempo para orar:

  • Un Padre Nuestro,
  • Un Ave Maria, (que puede adaptarse: “Dios te salve María, hija de Santa Ana, llena de gracia, el Señor es contigo…)
  • Un Gloria
  • Santa Ana, ruega por nosotros y nuestras familias.



Si dispones de un buen espacio de tiempo para orar :

  • Diez Ave Marias, o
  • Una decena delRosario, o
  • Un Rosario entero, 

Y terminar diciendo:

  • Santa Ana, ruega por nosotros y nuestras familias.


Oración Final

Damos gracias a Dios por permitirnos conocer y amar a nuestra querida Santa Ana y gloriarnos con las gracias y bendiciones con que la adorna el Altísimo. 

Santa Ana, te pedimos que nos concedas, la gracia de conocerte y amarte más y más, de conocer y amar a Dios, como tú le conociste y amaste, de detestar el pecado, el único mal verdadero, y de vivir y morir como tú, por Dios y para Dios. 

¡Amén!





Proposición de lectura : Teología del cuerpo – San Juan Pablo II

Oración de la comunidad

Oración a Santa Ana de Auray

Santa Ana, te pedimos seas la guardiana de la fe en nuestros corazones, de la gracia en nuestras almas, de la solidaridad en nuestros hogares, del amor en nuestra familia, de la reconciliación en la Iglesia, de la paz en el mundo. Mantén viva en nosotros la virtud de la esperanza. Santa Ana, madre de María y abuela de Jesús, vela por nosotros. ¡Amén!

¡Gracias! 87 personas oraron

2 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

loader

2019 Novena por las familias

Me inscribo