Vendremos a hacer morada en él
Jesús en sus últimos discursos nos va adelantando que va al Padre, pero no nos dejará solos: Nos enviará al Espíritu Santo. Preparandonos para la ascensión del Señor y luego para pentecostés nos acercamos al evangelio pidiendo al Señor que venga a hacer morada en nosotros...
- Si me amas, mi Padre te amará y vendremos a hacer morada en ti. Recordando que el mandamiento más importante es el del amor, es justamente el amor el que viene a hacer presencia en nuestra vida, el amor que es Dios mismo...
- El amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. ¡Qué bien es sentirse y vivirse con un corazón derramado por el amor! Es el Espíritu Santo, el que nos envía el Padre y el Hijo, el que nos hace experimentar el amor de una manera profunda, real, aunque no siempre lo sintamos, pero Dios vive en nosotros por su Espíritu, por el Amor.
- Estamos habitados por Dios. Si realmente reconocieramos este ser habitados por el amor, por Dios, es lo más grande que tenemos, entonces nos valolariamos más, nos querríamos más, a nosotros mismos y a los demás. Reconocer el valor tan grande que tenemos y somos porque el mismo Dios hace morada en nuestra vida y en la vida de los que tengo a mi lado y al lado de toda persona: Dios está con nosotros y en nosotros.
Que podamos abrir nuestro corazón para dejar vivir a Dios, al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, dentro de nosotros, Dios que es amor y se derrama en nosotros dándonos vida y el valor real de lo que somos. Dejar habitar en nosotros a Dios y el poder reconocerle a Él en las otras persona y, así, amar a Dios en mí y en el prójimo.
¡Gracias! 3 personas oraron
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6