El primer paso hacia la dignidad

     Cuando hablamos de dignidad parece sencillo, "todos sabemos lo que es la dignidad" y hasta podemos aconsejar a otros o hasta criticar lo que hacen o dejan de hacer porque son o no son dignos, el detalle está que a veces sin querer, dejamos de lado nuestra dignidad como persona, o no la cultivamos, cuando permitimos que decidan por nosotros, cuando permito humillaciones porque es mi amig@ o pareja, cuando por llevar las cosas en paz no hago valer mis derechos, o cuando prefiero no opinar porque alguien sabe mas que yo, si vamos al caso, siempre hay alguien mas preparad@, mas bonit@, mas profesional, etc etc, Este juego de las comparaciones es una manera sutil de comenzar a sacudir nuestra autoestima, y cuando vemos nos sentimos con poca valía y como consecuencia buscamos hacer cosas que no necesariamente son las mejores para sentirnos mejor, hasta el punto de caer en dependencia emocional, ansiedad, situaciones que en vez de sanar producen mas heridas tanto emocionales, como espirituales y hasta a veces corporales. 

    Es importante dar el primer paso hacia a la dignidad, date cuenta cuantas veces te comparas con alguien mas, y eso genera incomodidad, rabia y hasta tristeza y por ende desencadena en un día pesado sin motivación, sin encontrar el sentido a la vida. Es momento de dejar las comparaciones, la dignidad la cultivas tu mismo, deja de ver solo lo negativo que está en tu vida, al final la primera  "tortura" es la rumiación o repetición constante de esos pensamientos negativos que desencadenan un conjunto de acciones y emociones que van caracterizando el camino de tu vida. Da el primer paso, deja de compararte, detén esos pensamientos negativos hacia ti mismo, brilla con la luz de los dones y talentos que Dios te concedió por algo eres quien eres, vives donde vives, haces lo que haces, allí encuentra la razón de tu vida e ilumina el camino de alguien mas, 

     Sigamos en camino a la dignidad, que cada día sea un momento para fortalecer la dignidad como persona pide la intercesión del Espíritu Santo para que guíe tus pasos... 

Oración de la comunidad

Oración a San Juan Pablo II

¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición! Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús. Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra. Bendice las familias, ¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia. Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz. Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén. Cardenal Angelo Comastri Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano

¡Gracias! 9 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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El camino de la dignidad

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