"La alegría del don gratuito es el indicador de la salud del cristiano."

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ORACIÓN - CAMPAÑA DEL ENFERMO 2019

"Estuve enfermo y me visitaste, me llamaste por mi nombre,

y venías cada mañana sonriente a decirme: buenos días.

Fui para ti alguien, y no algo,

aceptaste con paciencia mis impaciencias,

y siempre que venías a verme me dabas paz.

Yo me encontraba con miedo, asustado;

tú me acogiste con serenidad y con cariño, y diste la vuelta a mi almohada

para que me sintiera mejor.

Me trataste con competencia

y me diste lo que más necesitaba: cariño, comprensión, escucha y amor. 

Y con todo ello me diste a Dios."


El dolor que camina con nosotros:

“No seamos una Iglesia que no llora frente a estos dramas de sus hijos jóvenes. Nunca nos acostumbremos, porque quien no sabe llorar no es madre. (…) Ese dolor no se va, camina con nosotros, porque la realidad no se puede escon- der. Lo peor que podemos hacer es aplicar la receta del espíritu mundano que consiste en anestesiar a los jóvenes con otras noticias, con otras distracciones, con banalidades”. “A veces el dolor de algunos jóve- nes es muy lacerante; es un dolor que no se puede expresar con palabras; es un dolor que nos abofetea. Esos jóvenes sólo pueden decirle a Dios que sufren mucho, que les cuesta demasiado seguir adelante, que ya no creen en nadie. Pero en ese lamento desga- rrador se hacen presentes las palabras de Jesús: «Felices los afligidos, porque serán con- solados» (Mt 5,4). Ojalá siempre haya cerca de un joven sufriente una comunidad cristia- na que pueda hacer resonar esas palabras con gestos, abrazos y ayudas concretas”.


El joven misionero redentorista Laureano del Otero cuenta desde Albania, el país más pobre de Europa, la historia de Denis, un “misionero” en la enfermedad:

“En Memaliaj, al sur de Albania, todos eran musulmanes. Pero Denis, que tiene 18 años y una grave enfermedad degenerativa que le atrofia las articulaciones, encontró a Jesucristo por Internet. Después se puso en contacto por Facebook con el obispo de la diócesis del sur de Albania, quien envió a su casa a las Hijas de Cristo Rey, que sostienen la comunidad católica más cercana a la casa de Denis, que está en la ciudad de Gjirokastër. Y así, en Memaliaj ha nacido una pequeña Iglesia. Él pidió el bautismo y se le unió su hermana. Como admira a Maradona, en el bautismo eli- gió como nombre ‘Diego’. Y ya están sus padres y sus primos haciendo el catecumenado para recibir el Bautismo. Yo lo conocí en la Misión que desarrollamos en Gjirokastër en Adviento, y pude ver que un joven enfermo, con grandes dolores pero con un cora- zón enorme, ha hecho posible el milagro de que la Iglesia siga naciendo hoy en los lugares más insospechados”.

(Visitar la publicación ENFERMOS MISIONEROS de OMP-España)


¡ VIVE CRISTO, ESPERANZA NUESTRA !

Si tuviera que elegir una reliquia de tu Pasión,

elegiría aquella jofaina llena de agua sucia.

Daría la vuelta al mundo con aquel recipiente,

ante todos los pies, con la toalla en la cintura,

me agacharía hasta el suelo,

sin levantar mi cabeza,

para no distinguir enemigos de amigos,

y lavar los pies del vagabundo, del ateo,

del drogadicto, del preso, del homicida,

del que ya no me saluda,

de ese compañero por el que no rezo.

En silencio...

hasta que todos hayan comprendido tu amor en el mío.

Madeleine Delbrêl

Oración de la comunidad

Oración de intercesión por los misioneros

Señor, que has querido que tu Iglesia sea sacramento universal de salvación para todos los hombres, escucha bondadoso las súplicas que te dirigimos por los misioneros: sacerdotes, religiosos y laicos. Ya que te dignas concedernos la gracia de cooperar en la santificación de tu Iglesia, acepta nuestro deseo de hacerte amar y conocer, por el que te ofrecemos nuestra oración, amor y sacrificio, Para que por los méritos de tu Hijo Jesucristo bendigas a los misioneros, guardándolos de todo peligro, haciéndoles sentir tu presencia en sus trabajos y preocupaciones, haciendo de ellos unos apóstoles que emulen el fervor misionero de San Francisco Javier y Santa Teresa del Niño Jesús, co-patronos de las misiones. María, Madre de la Iglesia, Estrella de la evangelización y Reina de las Misiones, acompaña a los misioneros en su entrega y concédeles el don de la perseverancia en su compromiso de dar a conocer a Jesucristo, nuestro Salvador y compartir el evangelio con quienes no lo conocen. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

¡Gracias! 19 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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