Mayo 18: Sexto día: María, refugio de los pecadores

Ofrecimiento para todos los días

¡Oh Dios mío! Yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.

¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo! Yo te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes con que Él es ofendido; y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón e intercesión del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.
¡Amén!



Oración preparatoria para todos los días

¡Oh, Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia¡ te dignaste manifestar en Fátima la ternura de tu Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz. Confiados en tu maternal misericordia y agradecidos por las bondades de tu amantísimo Corazón, venimos ante ti para rendirte tributo con nuestra veneración y amor. Concédenos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente tu mensaje de amor, y en especial la que te pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra tuya y provecho de nuestras almas.

¡Amén!


 

Sexto Día

¡Oh Santísima Virgen María, refugio de los pecadores! que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a rogar incesantemente al Señor para que las almas descarriadas no caigan en las penas eternas del infierno. Tú que manifestaste a uno de los tres que los pecados de la carne son los que más almas arrastran a aquellas terribles llamas. Infunde en nuestras almas un gran miedo al pecado y un santo temor reverencial a la justicia divina, y al mismo tiempo compasión por los pobres pecadores y un santo celo al consagrar nuestros esfuerzos con oraciones, ejemplos y palabras por su conversión.

¡Amén!



Meditación del Sexto Día

De la misma manera que los profetas (Jr 1, 19), la vocación de los niños acoge el sufrimiento como parte integrante de su misión. Serán, por muchos, acusados de fraude o de codicia. Las mismas familias de los niños, con la única excepción del papá de Francisco y de Jacinta, temen que los tres pastorcitos estén propagando una mentira y en definitiva temen por sus vidas. En todos los lados, e incluso en sus propias casas son sometidos a interrogatorios incesantes y extenuantes.

Los pastorcitos fueron perseguidos y encarcelados. En la prisión actuaron como misioneros enseñando a los delincuentes a rezar el Rosario y dando ejemplo de resignación. 

Durante todos estos meses, dieron ejemplo y nunca se apropiaron de las limosnas de los peregrinos, los utilizan para los gastos en torno a las apariciones y para construir la capilla. 

La Virgen nos transmitió el mensaje de que muchas almas van al infierno porque no tienen quien se sacrifique y ruegue por ellos. Como los tres pastorcitos debemos perseverar rezando el Rosario todos los días con la fuerte intención de salvar almas del infierno. Para curar el cuerpo, antes hay que limpiar el alma de pecado. .



Oración Final

¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos otorgó el premio de la salvación eterna! Te suplicamos nos concedas que, meditando los misterios del Santísimo Rosario de la Bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

¡Amén!



Ciclo Mariano: Cuarta aparición, 13 de agosto de 1917

En un intento por conocer "la verdad" sin éxito, el 11 de agosto, Arturo Santos, un apóstata católico  había planeado una trampa que dejaría a los niños bajo su custodia para forzarlos a revelar todo. 

El alcalde llegó a Aljustrel en la mañana del 13 de agosto, con el pretexto de llevar a los pastorcitos en un automóvil como medio de transporte para que los niños pudieran trasladarse en medio de la multitud que los agobiaba. Con un supuesto acto de buena fe, se ofreció llevar a los tres niños y a sus padres a ver al párroco, haciéndoles creer que los quería ver. Ya estando en la casa parroquial, armo una artimaña y dejo allí a los padres, llevándose solo a los niños hasta otro poblado, Vila Nova de Ourem, a unas 9 millas de distancia. Allí continuó presionando a los pequeños para que le revelaran el secreto, trato de sobornarlos, los encerró en una celda con varios criminales e incluso los amenazó de muerte friendolos en aceite para hacerlos retractar de su historia. Todas estas artimañas no lograron ningún resultado. A pesar de su corta edad, su fuerte fe en Nuestra Señora y su coraje fueron totalmente imperturbables. 

La respuesta inocente de Francisco irradia paz y alegría: 

«¡Si nos matan, como dicen, dentro de poco estaremos en el Cielo! ¡Qué bueno! Por eso no me importan nada sus amenazas.» – Francisco Marto


Mientras tanto en Cova de Iría, al mediodía del 13 de agosto, incluso sin la presencia de los tres pastorcitos, los signos externos característicos de las apariciones se hicieron visibles para la multitud, que para ese entonces seguía creciendo en número. Después que los signos característicos terminaron, la multitud se dispersó, sin saber las razones por las cuales los pastorcitos no estuvieron presentes, y sin imaginarse nada de las trampas tendidas por el gobierno.

Así y todo, el supuesto juicio para los niños siguió su "curso legal" por dos días más, causando muchas más preocupaciones a sus familias. 

Finalmente, el 15 de agosto, la fiesta de la Asunción, el alcalde los condujo de nuevo a Fátima y los dejó a los pies de la rectoría, donde fueron avistados por aquellos que salían en ese momento de la misa. Realmente, ese fue el único esfuerzo serio por parte de la autoridades para intervenir en el tema de la Señora de Fátima.

De todos modos los planes de Nuestra Señora, fueron retrasados solo unos días. El domingo 19 de agosto, Lucía y su hermano Juan y Francisco estaban pastoreando sus ovejas en un lugar llamado Valinhos, que está ubicado alrededor de colina donde se les había aparecido el ángel en dos ocasiones anteriores. Alrededor de las 4 de la tarde, presintiendo que la Señora estaba apunto de aparecérseles, Lucía trataba sin mucho éxito de convencer a su hermano Juan, que fuera a buscar a Jacinta, hasta el punto que tuvo que ofrecerle unos cuantos centavos para ir a buscarla. Mientras Lucía y Francisco esperaban vieron la luz característica, y justo en el momento en  que Jacinta llegó, se les apareció nuevamente la Señora.

– ¿Qué quieres de mí?
«– Quiero que vengan otra vez a Cova de Iria el 13 del próximo mes, y que continúen rezando el Rosario todos los días. En el último mes, haré un milagro para que todos crean. [Si no le hubieran contado a los del pueblo, el Milagro hubiera sido el más grande conocido; hubiera venido San José con el Niño Jesús para dar la paz al mundo y hubiera venido Nuestro Señor a bendecir al pueblo, hubiera venido Nuestra Señora del Rosario con un Ángel a cada lado y Nuestra Señora con un arco de flores alrededor.]»


– ¿Qué debemos hacer con las ofrendas que la gente deja en Cova de Iría?
«– Hagan dos andas (para cargar estatuas) para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Quiero que tú y Jacinta lleven una de ellas con otras dos niñas. vestidas de blanco; además quiero que Francisco, con otros tres niños ayudándolo, cargue la otra. Los niños también han de vestir de blanco. Lo que quede de las ofrendas ayudará para la construcción de la capilla que ha de ser construida aquí.»

– Lucía le dio que quería pedirle la curación de algunos enfermos.
«– Sí, a algunos curaré durante el año.«
Y mirándolos tristemente, les dijo:
«– Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno, porque no hay nadie que este dispuesto a sacrificarse por ellas.»


Habiendo dicho esto la aparición se desvaneció como en las otras ocasiones.


Oración de la comunidad

Oración a la Virgen de Fátima (Papa Francisco)

Bienaventurada María, Virgen de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada. Celebramos en ti las grandes obras de Dios, quien nunca se cansa de inclinarse misericordiosamente hacia la humanidad afligida por el mal, y herida por el pecado, para curarla y salvarla. Acoge con benevolencia de Madre nuestra oración que hoy hacemos con confianza, ante ti, nuestra querida Madre. Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada de lo que habita en nuestros corazones es ajeno a ti. Custodia nuestra vida entre tus brazos; reavive y alimenta la fe; bendice y refuerza todo deseo de bien; reaviva y alimenta la fe; sostén e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad; guíanos a todos por el camino de la santidad. Enséñanos tu mismo amor de predilección por los pequeños y por los pobres, por los excluidos y por los que sufren, por los pecadores y por los extraviados de corazón: congrega a todos bajo tu protección y entréganos a todos nosotros a tu Adorado Hijo, Jesús, nuestro Señor. ¡Amén!

¡Gracias! 309 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena a Nuestra Señora de Fátima

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