III Domingo De Cuaresma_La necesidad de la conversión continua

Imagen principal de la publicación

III Domingo de cuaresma_C.pdf

Dios es Paciencia y nos trata con longanimidad, dándonos tiempo más que suficiente para convertirnos. Pero, al ser también Sabiduría y Justicia, sabe cómo y cuándo castigar.


I – El amor incondicional de Dios por cada uno de nosotros

II – Jesús invita a los Judíos a la conversión

III – La parábola de la higuera

IV – Lo que Dios espera de nosotros


Continúa leyendo el pdf, para profundizar en la maravilla que Dios, por medio de su evangelio, nos dejó en herencia. 


Oración de la comunidad

Oracio de la Restauración

Hay momentos, Madre mía, en que mi alma se siente, en lo que tiene de más profundo, tocada por una nostalgia inexpresable. Tengo nostalgia de la época en la que yo Os amaba y Vos me amabais en la atmósfera primaveral de mi vida espiritual. Tengo nostalgia de Vos, Señora, y del paraíso que ponía en mí la gran comunicación que yo tenía con Vos. ¿No tenéis también Vos nostalgia de ese tiempo? ¿No tenéis añoranzas de la bondad que había en aquel hijo que yo fui? Venid, pues, ¡Oh! la mejor de todas las Madres, y por amor a lo que florecía en mí, restauradme. Recomponed en mí el amor a Vos y haced de mí aquel hijo sin mancha que yo habría sido, si no fuese por tanta miseria. Dadme un corazón arrepentido y humillado, y haced lucir nuevamente ante mis ojos, aquello que con el esplendor de vuestra gracia, yo comenzara a amar tanto y tanto. Acordaos, Señora, de este David y de toda la dulzura que en él pusisteis. Así sea.

¡Gracias! 6 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

loader

Comentario del Evangelio Dominical Heraldos del Evangelio

Me inscribo