Virginia es una mujer que siempre ha abrazado la feria de muy joven, no por eso siempre ha sido escuchada en el círculo de amistades. No hay duda de que no existe tal cosa como un maestro practicante, por lo que él siente que la forma se ha ido. En los momentos de la adolescencia tuvo lugar una sucrosa que mejoró de alguna manera la forma de vivir de Virginia, a 15 años la detección de una escoliosis, una desviación de la columna vertebral. "Fue mi primer momento rebeldía, rebeldía interior, décir con lo aunque tengo mi vida ahora, con mis estudios, con mis amigas".

Un apasionado cono Dios que la querida renegar de la congregación tiene que pertenecer en ese momento. "No quiero saber nada de mi grupo de amigas de las montañeras, no quiero saber nada de mi espalda, quiero hacer lo que hace todas las adolescentes de mi edad, creo en Dios pero en ese momento no quiero ni en una Iglesia", explicativo.

Tiempo después Virginia conoció que hoy es su marido y tuvieron cuatro hijos a pesar de las dificultades de su enfermedad física. A pesar de que su marido no se cree en Dios, siempre ha sido apoyado en los momentos difíciles y también en la educación que han querido para todos sus hijos.

De esta dura enfermedad física se derivó a una enfermedad mental muy común en nuestros días, depresión. A la luz de los grandes sufrimientos políticos y políticos que se han experimentado, Virginia sella la amabilidad de Dios por lo que la piratería para vivir, parafraseando los derechos de los pueblos del mundo, es difícil de entender y adherirse a los grandes sufrimientos, pero de la la la explicación es otra. "Si fui al hospital, me reuní con Cristo, quien cantó conmigo que tuve que crear a mediados de, en mi crecimiento espiritual, en mi relación con Dios. Es como si me dieras un tesoro yo te lo devolviera al cabo de seis años ".

¡No te pierdas el testimonio conmovedor de Virginia, tendrás que reflexionar sobre muchos temas!

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