¡Oremos para que nuestros padres sean valientes!

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En medio de la noche, el Ángel del Señor despierta a José : “Levántate rápido, dice, toma al Niño y su madre, huid a Egipto, porque he aquí que Herodes buscará al Niño para hacerlo morir.” ¡Oh, Dios! ¡Qué prueba para la fe de San José!  Su Hijo, el Hijo del Altísimo, es perseguido por un cruel tirano que ha jurado su muerte. El ángel mismo parece alarmado por el peligro que corre el Niño Jesús. Parece que el terror se ha apoderado del cielo antes de expandirse por la tierra. San José obedece sin tardanza, ¡qué sumisión! : toma al Niño Jesús en sus brazos, y parte hacia Egipto con María.


Fuente:  www.etoilenotredame.org/actualites/un-mois-avec-saint-joseph-10-mars-2017-l-exil


Lectio Divina [Lectura Orante]

Mateo 2: 13-15 | 19-23

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: «Desde Egipto llamé a mi hijo.»

Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: "Será llamado Nazareno". 


Meditación

Como San José, los padres necesitan valor frente a las pruebas que deben atravesar: desempleo, enfermedad, adicciones, dificultades con su pareja o con sus hijos... ¡Que nuestra oración les ayude! a mantener su fortaleza, es decir, a mantener la fe y la esperanza durante esos momentos difíciles: el Señor no nos envía esas pruebas para castigarnos, pero las permite para darnos la oportunidad de dar testimonio de nuestra fidelidad en medio de la adversidad. ¡Oremos, por lo tanto, para que los padres tengan siempre la certeza que su Padre del Cielo los ama!


Oración «En la arena, las huellas de mi vida»

Anoche tuve un sueño: caminaba por la playa en compañía del Señor.

Las huellas en la arena recordaban el recorrido de mi vida:

en cada escena que pasaba habían huellas formadas en la arena:

unas eran las mías y las otras eran las de Dios.

Así, avanzábamos los dos hasta el final del camino.

A veces aparecían dos pares de huellas y,

a veces solamente se marcaba un par de huellas,

eso pasaba en los días más difíciles, en los días de más angustia,

los de más miedo, y de mayor dolor…

Entonces, le dije al Señor:

“Señor, tú me prometiste que si te seguía estarías a mi lado todos los días de mi vida.

¿Por qué cuando más te necesité, no caminaste a mi lado?”

Entonces Él me respondió:

“Hijo mío, yo te lo he dicho: Estaré contigo a lo largo de todo el camino.

Prometí no abandonarte. Cuando viste en la arena sólo un par de huellas

es porque, ese día, yo te cargaba en mis brazos”. »


Adémas de Borros – Poeta brasileño


Acción concreta: Rezo por una persona cabeza de familia que tenga dificultades de empleo, de amor en su pareja o con sus hijos, de enfermedad o de adicción: bautizado o no, para que nunca pierda la esperanza en Dios, quien lo creó y lo amó primero y que le concedió una pareja, hijos, una familia, para dar el mismo testimonio de ese amor.

Si soy padre, rezo para tener el valor de rechazar la tentación de la cólera y privilegiar siempre la paz en mi hogar.


Oración de la comunidad

¡Salutation!

Dios te salve José Dios te salve José, que la gracia divina ha colmado. El Salvador ha descansado en tus brazos y crecido bajo tus ojos. Bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el divino hijo de tu virginal esposa. San José, dado por padre al Hijo de Dios, reza por nosotros en nuestros problemas de familia, de salud y de trabajo hasta nuestros últimos días y socórrenos a la hora de nuestra muerte. ¡Amén!

¡Gracias! 43 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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¡Oremos para que los padres imiten a San José!

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