Evangelio según San Marcos 1,12-15.

En seguida el Espíritu lo llevó al desierto,
donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".

Comentario del Evangelio

Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo
Comentario al Cantar de los cantares, Tercero libro 14, 27-33 (Commentaire sur le Cantique des cantiques, t. II, SC 376; Éd. du Cerf 1992) trad. ©evangelizo.org

De hecho, la vida de los mortales está plagada de lazos de ofensas y de redes de engaños... Y como quiera que estas redes las había tendido el enemigo por todas partes y en ellas había envuelto a casi todos, era necesario que viniese uno que fuera más fuerte y mayor que ellas, para que las triturase y así dejase expedito el camino para cuantos le sigan. Por esta razón también el Salvador, antes de unirse con la Iglesia, fue tentado por el diablo (...) para vencer las redes y poder mirar por ellas y, a través de ellas, llamar hacia sí a la Iglesia, con el fin, sin duda alguna, de enseñarla y mostrarle que no se debe venir a Cristo por el ocio y los placeres, sino a través de muchas tribulaciones y pruebas.

Por eso no hubo nadie que pudiera vencer semejantes redes, porque, como está escrito, todos pecaron (Rm 3,23). (...) Por eso únicamente nuestro Señor y Salvador Jesucristo no cometió pecado (1P 2,22), sin embargo el Padre le hizo pecado por nosotros, para que en la carne semejante a la del pecado y a causa del pecado condenase al pecador. Vino, pues, a estas redes, pero únicamente él no se vio envuelto por ellas, antes al contrario él las rompió y las trituró, y dio así a su Iglesia confianza para atreverse ya a quebrar los lazos, atravesar por las redes y decir toda animosa: Nuestra alma se escapó cual pájaro del lazo de los cazadores: el lazo se rompió y nosotros quedamos libres (Sal. 123,7).

Pero, ¿quién quebrantó los lazos, sino el único al que ellos no pudieron atrapar? Efectivamente, aunque él también estuvo sujeto a la muerte, voluntariamente, que no forzado por el pecado, como nosotros, él fue el único libre entre los muertos (Sal. 87,6 LXX). Y por que fue libre entre los muertos, una vez vencido el que tenía el imperio de la muerte, arrancó la cautividades que subsistía para la muerte. Y no sólo él mismo se resucitó de entre los muertos, sino que junto con él resucitó a los que estaban cautivos de la muerte y junto con él los hizo sentar en los cielos (Ef 2,5s). Por eso, subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad (Ef 4,8).


    

Oración de la comunidad

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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