La Santidad
Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Primero, lee: Santo Evangelio según San Lucas 1, 48-49.
Porque se ha fijado en la humildad de su sirvienta y en adelante me felicitarán todas las generaciones.
Ahora, reflexionemos brevemente sobre lo que hemos leído:
El sí de María a Dios transformó su vida para siempre. Al responder al saludo de su prima Isabel, María alaba a Dios por el cambio ocurrido y por todas las bendiciones que conlleva. Pero su primera respuesta fue la de gratitud. La gratitud es la base de nuestra fe. Como miembros de la Iglesia honramos a María y nos unimos a ella al alabar al Señor. La Iglesia por todo el mundo honra de muchas maneras a Maria y tratamos de seguir su ejemplo de vivir en santidad y gratitud.
La lectura anterior, nos invita a cuestionarnos:
- María alaba al Señor por haberle dado la oportunidad de servirle. ¿Cómo respondo yo a la llamada que me hace Dios de servirle?
- ¿En qué maneras he sido bendecido?
Para finalizar, escucha las palabras de alabanza de María y hazlas tuyas:
Mi alma proclama la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador. El ha hecho grandes cosas por mí. Santo es su nombre. Amén 🙏
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6