Día 23: Consagración a San José

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Gran gozo que me causaba, al mirar la hermosura del Niño Jesús

Comenzamos este día con la oración inicial diaria:

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oh queridísimo San José, me consagro en tu honor, y me doy enteramente a ti, para que tú siempre seas mi padre, mi protector y mi guía en el camino a la salvación. Obtén para mí una gran pureza de corazón y un amor ferviente a la vida interior. Siguiendo tu ejemplo, que todos mis actos sean para la gloria más grande de Dios, en unión con el divino corazón de Jesús y el corazón inmaculado de María.

Oh bendito San José, ora por mí, para que pueda compartir en la paz y alegría de tu santa muerte. Amén.

Meditación del día, San José te habla:

Hijo, tengo mucho derroche de amor para darte; por eso, te he llamado en este día mi carpintería. Espero que no tengas prisa y sientas, en tu corazón, el deseo de quedarte un buen tiempo a mi lado, compartiendo parte de mi trabajo y entreteniéndonos con nuestras conversaciones espirituales; porque busco en ti un cambio, una transformación que te lleve a una nueva vida, a acercarte más a Jesús, a no querer volverte a separar de Él, a ansiar el cielo que se te tiene prometido, a imitar las virtudes de mi santísima esposa y a buscar en todo la gloria de Dios.

Siéntate a mi lado y descansa, y presta mucha atención a mis palabras. Veo que has sido puntual en nuestra cita y tienes el anhelo de crecer en santidad, de apartarte totalmente del pecado y comenzar una vida de acuerdo a la Palabra de Dios y a las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia.

Hoy quiero compartirte el gran gozo que me causaba, al mirar la hermosura del Niño Jesús; mis ojos quedaban abismados de amor y de admiración: la perfección de su rostro, su mirada pura, su sonrisa angelical; quedaba en una especie de éxtasis, cada vez que contemplaba la belleza de este Niño descendido del cielo: el color de sus ojos, la perfección de su nariz y de su boca; todo en Él era armonía, paz; percibía su perfume sobrenatural que me obligaba a exhalar suspiros de amor, ansiaba permanecer en un acto continuo de adoración. Porque el Rey de reyes estaba frente a mí; el Hijo de Dios era motivo de admiración, de atracción, para todos los que le veían.

Espero que tú, también, aprecies la hermosura sin igual del Niño Jesús y quedes estupefacto y perplejo de amor; que su presencia eclipse tus sentidos e infunda en tu alma el inquebrantable deseo de adorarlo y de amarlo por toda la eternidad.

Canción para acompañar tu día

San José de Diego Cardona




Te invitamos a realizar esta acción concreta en el transcurso del día:

Escribe el versículo de Isaías 41,10 y ponlo en un lugar que sirva como recordatorio diario para que no olvides invitar a San José a orar por ti en los momentos de miedo profundo, para que no caigas en la desesperación, sino que, con confianza plena, te pongas en las manos de Dios.


Para finalizar, reza la oración que se encuentra en el botón "oro" de esta publicación.

Oración de la comunidad

Oración final diaria

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que Tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén. + En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

¡Gracias! 1178 personas oraron

7 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Consagración total a San José

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