consagraciòn 3
DÍA 3 (23 de octubre):
Corazón unido sustancialmente al Verbo de Dios Reflexión (9 de julio de 1989)
“Jesús es el Verbo de Dios Encarnado: en El hay una sola Persona, la eterna del Verbo, subsistente en dos naturalezas, la divina y la humana. Jesús es uno, en la realidad, la angustia ante la muerte, al mismo tiempo perfecto en su divinidad y perfecto en nuestra humanidad: es igual al Padre por lo que se refiere a la naturaleza divina, e igual a nosotros por lo que se refiere a su naturaleza humana: verdadero Hijo de Dios y verdadero Hijo del hombre. El Corazón de Jesús, por tanto, desde el momento de la Encarnación, ha estado y estará siempre unido a la Persona del Verbo de Dios. Por la unión del Corazón de Jesús a la Persona del Verbo de Dios podemos decir: en Jesús Dios ama humanamente, sufre humanamente, goza humanamente. Y vise versa: en Jesús el amor humano, el sufrimiento humano, la gloria humana adquieren intensidad y poder divinos”.
Propósito: Buscar servir a mi prójimo en detalles pequeños, pues así me sirve a mí el mismo Dios-hecho-hombre.
Jaculatoria: BONDAD del Corazón de Jesús, atraed mi corazón.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6