La Virgen María, madre de Dios, nos ama como sus hijos y su intercesión ante el Padre por nosotros es muy poderosa. Cuando nos confiamos a ella desde la mañana, nos ponemos bajo su protección. Así pues, podemos pedir a María que nos acompañe todo el día y nos guíe hacia Cristo. Aquí tienes una oración a María que puedes .
“¡Oh Señora mía, oh Madre mía !, yo me entrego completamente a Ti, y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón, en una palabra, todo mi ser, ya que soy todo tuyo, ¡oh Madre de bondad !, guárdame y protégeme como hijo tuyo. Amén”
Padre José Kentenich
En Hozana, , y escoge aquellas que enriquecerán tu oración de la mañana. De manera especial, , acercarte a ella y pedirle su intercesión ante Dios por ti y todos los tuyos.