¿En el Centro de tu vida? ¡Jesucristo!

El mensaje de Jesús toca el corazón. Su Proyecto de vida, su “Buena Nueva”, te cambia y te hace vivir su estilo, siendo como Él para los otros.

1 comparte

- ¿Por qué esta comunidad?

Necesitamos ahondar en el Evangelio para conocer a Jesús. Responder a los grandes retos de nuestro mundo conociendo a Jesús como “Buena Noticia”, “palabra nueva”, fuerza atractiva que sólo tiene Él.

Recorrer el evangelio es llenarnos de la “fuerza del Espíritu” de Jesús, para ser ungidos con Él (Lc 4, 14-21) en lo que vivimos. Nuestra relación íntima con Jesús no debe llevar a anunciar su novedad a los que están en búsqueda, a los que sufren, a los que están heridos…y esperan a “Alguien” que les cambie la vida.

- Queremos

  • Suscitar el deseo de conocer a Jesús en el Evangelio.
  • Ofrecer materiales para apoyar a las personas que quieran profundizar en las palabras y hechos de Jesús.
  • Crear comunidades para la “escucha” de la Palabra.
  • Ser “anunciadores”, de la novedad del Evangelio, “levadura en la masa” de nuestro mundo.
  • Compartir, contigo, el carisma de la María Rivier, la mujer Apóstol.

- Recibirás

  • Cada lunes un texto del evangelio: parábolas, comentario del evangelio del día, Lectio Divina.
  • Videos, canciones relacionadas con el evangelio.



Foto portada: Xtoclari (tomada de Cathopic)


Oración de la comunidad

TU PALABRA

Como al alba del primer día tu palabra, ¡Oh Dios! creó el universo. De ese mismo movimiento de gloria y de ternura fui creado. Tu has querido colocarme en el hueco de tu palabra como en el hueco de tus manos ¡Soy feliz! Sí, tu amor me ha modelado de carne, de sangre, de Espíritu para meditar tu Palabra. Poco a poco tu palabra ha configurado mi corazón. A veces como fuego devorador. A veces como brisa suave. A veces como silencio. Y otras como un canto. La he dejado ir y venir libremente en todos mis espacios interiores. En todos los caminos de mi vida. Sí, mi misión lo grito: ¡es guardar tu Palabra! No permitas que mi corazón se olvide de ello. He querido vivirla Bendecirla en todos mis instantes Sin comprender, a veces, todo su sentido. Pero en la fe puera, en la confianza absoluta De que tu Palabra sólo podía conducirme a ti. He guardado tu palabra La he mecido, saboreado, cantado, escrutado, orado Y tu palabra ha sido luz en mi camino. Si, Señor, tu palabra es para mi esperanza cuando despunta el primer rayo de sol, amor ardiente cuando está el sol en lo más alto del cielo, consuelo y paz en las horas de la noche. Tu Palabra ha hecho todo en mi. En tu misericordia, me has colmado de tu Palabra (Marie Jean Théphane p.m.)