Practicar el "Carpe Diem" con Hildegarda de Bingen

9 días con Santa Hildegarda de Bingen que nos ayudan a poner el cuerpo, el corazón y la mente en todas las obras de nuestra vida. Descubre una receta al día para vivir con alegría. ☀️

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¿Un Carpe Diem cristiano?

Es conocida aquella expresión latina de Horacio que dice "acoger el presente sin preocuparse por el mañana" y que se vincula a la búsqueda del placer y las vanidades. Sin embargo, Benedicto XVI explica el sentido cristiano de esta fórmula: "Acoge el día en que Dios te llame para darte la salvación", es decir, ¡coloca tu confianza y fidelidad en el Señor, y cultiva la Esperanza en la Redención!

La ligereza de la vida tiene como recompensa la virtud de la alegría.

La alegría acoge la humildad: nace en el contraste de nuestras fuerzas y debilidades, relativiza, no se toma en serio, confía y acepta dejarse llevar.

La alegría brota de uno mismo: es un movimiento que se asemeja al amor y a la gratuidad, que consiste en alegrarse de la felicidad del otro y que tiene sus raíces en la amabilidad. La alegría germina en esos momentos de total disponibilidad e introspección.

La alegría va hacia la unidad: la alegría aparece en la sencillez propia de lo que es una evidencia interior: "Estoy aquí y esto es bueno". Se construye en el instante presente. Es calma y es paz. No depende de ninguna circunstancia externa.

Durante 9 días:
recibirás una nueva receta de Santa Hildegarda 🥙
para vivir el Carpe Diem cristiano de forma plena y concreta.

¿Por qué esta novena?

¿Qué pasaría si decidieras hacer del día de hoy una obra maestra y lo disfrutaras viviendo la vida al máximo? Es la pregunta que te planteará cada día esta novena. Para ello, vamos a entrar en la dinámica de esta mujer extraordinaria y muy activa para que seamos alcanzados por las "flechas de la alegría" (C. S. Lewis), para que busquemos este "goce de Dios" (Xavier Tilliette) en nuestra vida cotidiana y para que, finalmente, emprendamos resueltamente "las alas de la aurora" — Salmo 138.

Programa de la novena💫 

Día 1 - En la habitación: el cuidado del corazón.
Día 2 - En el baño: el cuidado de su propia sexualidad.
Día 3 - En la cocina: el cuidado de los sentidos.
Día 4 - En la oficina: el cuidado de la mente.
Día 5 - En la sala de estar: el cuidado del medio ambiente.
Día 6 - En el desván: el cuidado de los talentos.
Día 7 - En el oratorio: el cuidado del alma.
Día 8 - En el jardín: el cuidado del medio ambiente.
Día 9 - En el garaje: el cuidado de las pertenencias.

¿Quién era Hildegarda de Bingen?

Oriunda de Renania, Alemania, monja, abadesa y por último fundadora de monasterios femeninos, predicadora itinerante, médica, naturalista, música y pintora, Hildegarda de Bingen (1098-1179) fue ante todo una visionaria y una mística de primer orden. Beatificada rápidamente, su canonización y reconocimiento como Doctora de la Iglesia por parte del Papa Benedicto XVI se hizo esperar hasta 2012. En ella encontramos una personalidad misteriosa y asombrosa, profundamente habitada por la "vitalidad", el "verdor, la fecundidad", la fuerza del Espíritu Santo.

Recursos

- El cerco de las maravillas, Lorette Nobécourt: una novela sobre la vida de Hildegarda
- 10 actitudes que hay que cultivar para vivir con alegría, artículo de Aleteia
- La película Visión: la historia de Hildegarda de Bingen
- El álbum de la visión: Grupo Luminous Spirit
- Las recetas de Hildegard: https://www.lesjardinsdesaintehildegarde.com/5-recettes.html

Oración de la novena

Oración a Santa Hildegarda de Bingen

¡Fuego del Espíritu, el Consolador!, vida de la vida de cada creatura, santo eres dando vida a las formas. Santo eres ungiendo a los peligrosamente abatidos, santo eres lavando las fétidas heridas. ¡Aliento de santidad! ¡Fuego de caridad! ¡Dulce sabor en los pechos, infusión para los corazones con la buena fragancia de las virtudes! ¡Purísima fuente, en la que se contempla cómo Dios reúne a los errantes y busca a los perdidos! ¡Coraza de la vida y esperanza de unión de todos los miembros, cinturón de honestidad, salva a los benditos! Protege a aquellos que fueron encarcelados por el enemigo, y libera a los prisioneros a quienes la potencia divina quiere salvar. ¡Poderosísima vía que lo has penetrado todo en el cielo y en la tierra y en todos los abismos! Tú reúnes y convocas a todos. De ti fluyen las nubes, el éter vuela, las piedras tienen humedad, y hacen crecer riachuelos y la tierra destila verdor. Tú también continuamente educas a los sabios regocijados por la inspiración de la sabiduría. Por ello que haya alabanza para ti que eres sonido de alabanza y alegría de vida, esperanza y poderosísimo honor que otorgas dones de luz. ¡Amen!