Novena a San Francisco de Sales
Pidamos la intercesión del Santo Obispo y Príncipe de Ginebra, Fundador de las Visitandinas, Confesor de la Fe, Martillo de calvinistas por su dulzura meliflua y Doctor de la Caridad
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Por siglos, las verdades de la Fe habían sido negadas por hombres desvirtuados, pero ninguno de ellos alcanzaría el prestigio para la credibilidad en la Cristiandad hasta el siglo XVI, cuando por sobretodo, un fraile agustino demente y libidinoso, de Eisleben y un capellán psicópata y acusado de sodomía, de Picardía, ganaron casi tantas almas para el infierno como habitantes en los países del Norte de Europa.
El Altísimo Señor Omnipotente, entonces, encendería flamas de Amor y Verdad por todos lados, generando así la mayoría de los más grandes Santos de la Iglesia. San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Pedro Canisio, San Francisco de Borja, San Francisco Javier, Santo Tomás Moro, San Juan Fisher, San Carlos Borromeo, San Roberto Belarmino, San Pío V, San Juan de Ávila, San Francisco de Sales, San Felipe Neri, San Felix de Cantalicio y San Cayetano, figuran entre ellos.
Recemos entonces, al Santo que enviaría Dios para salvar a las almas de Ginebra, la "Roma Protestante", el foco de infección del Calvinismo. Solo un corazón inflamado en Caridad y Amabilidad podía rescatar a más de 70.000 almas de estos pobres desgraciados.
Durante 9 días se harán las siguientes oraciones:
1) Al Deífico Corazón de Jesús
2) Particular del día
3) Antífona y Oración del Santo
4) Gozos
El primer día se confesará y comulgará
Original: Novena a San Francisco de Sales, Obispo y Príncipe de Ginebra y Fundador de la Orden de la Visitación, Doctor Místico y Maestro del Divino Amor. D. Juan de la Cuesta. Valladolid, 1859
Si se desea, se pueden rezar las Letanías al Santo, todos los días al finalizar, pero no forman parte de la Novena