<h2>¿Por qué rezar por los seres queridos fallecidos?</h2><p>En nuestra comunidad de oración, creemos en la importancia de rezar por los difuntos, especialmente en fechas cercanas al <strong>Día de los Fieles Difuntos</strong>. </p><p>Al recordar a nuestros seres queridos con amor y paz, pedimos a Dios por el descanso de sus almas y su pronta entrada al Cielo. </p><p class="hoz_important">La oración es una poderosa expresión de fe que nos une con aquellos que ya han partido, ayudándolos en su purificación y trayendo consuelo a nuestros corazones.</p><p> <strong>Juntos, elevamos nuestras oraciones por ellos</strong>, confiando en la misericordia de Dios y en la esperanza de la vida eterna. </p><h2>Si te unes, cada día recibirás:</h2><p>Una breve meditación</p><p>Una acción para cada día</p>

Triduo por los seres queridos difuntos

“Te pedimos, Padre de bondad, que escuches nuestra oración por (mencionar el nombre de la persona).

Sabemos por la fe que participa de la alegría eterna que tú quieres para todos.

Tú que le creaste a imagen tuya y le amas como hijo, haz que viva en la felicidad de tu Reino donde esperamos encontrarnos todos juntos para siempre.

Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.”

<p>Los cinco minutos de Mar&iacute;a, comparte <strong>una reflexi&oacute;n diaria acerca de Mar&iacute;a</strong>, nuestra madre del cielo. Estas reflexiones son tomadas del libro del padre Alfonso Milagro, para unirnos poco a poco en el amor a nuestra madre sant&iacute;sima.</p><p><br></p><p>El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es Mar&iacute;a, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora en nuestros labios, la alegr&iacute;a penetra nuestra vida.<br><br></p>

Los 5 Minutos de María

Bendita sea tu pureza 
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía,
ni de noche ni de dia
sin tu Santa bendición. 
Amén.

<h2>&iquest;De qu&eacute; se trata?</h2><p>Las reflexiones de cada d&iacute;a son tomadas del libro &quot;Los Cinco Minutos del Esp&iacute;ritu Santo&quot;, de Editorial Claretiana, cuyo autor es <strong>el sacerdote cat&oacute;lico V&iacute;ctor Manuel Fern&aacute;ndez</strong>.&nbsp;</p><p>El autor nos conduce en estos cinco minutos diarios para <strong>abrirnos al Esp&iacute;ritu de Dios y percibir la fuerza de su consuelo</strong>.&nbsp;</p><h2>Concretamente, &iquest;qu&eacute; recibir&aacute;s?</h2><p>En esta comunidad encontrar&aacute;s <strong>cada d&iacute;a alguna meditaci&oacute;n o una oraci&oacute;n dedicada al Esp&iacute;ritu Santo</strong>. Te propongo que, despu&eacute;s de leer, te quedes <strong>unos minutos en la presencia del Se&ntilde;or para que &eacute;l trabaje en tu interior</strong>. As&iacute;, d&iacute;a tras d&iacute;a, podr&aacute;s intentar abrirle el coraz&oacute;n al &quot;<em>dulce hu&eacute;sped del alma</em>&quot;.</p><h2>&iquest;Para qu&eacute;?</h2><p>Si cada d&iacute;a tratas de darle un lugar en tu vida, dar&aacute;s tu peque&ntilde;a colaboraci&oacute;n al Esp&iacute;ritu Santo para que <strong>tu vida se vaya transformando</strong>. As&iacute;, en tus oscuridades entrar&aacute; la luz, en tu fr&iacute;o se encender&aacute; un poco m&aacute;s el fuego, y renacer&aacute; la alegr&iacute;a.</p><p>Te invito a que, de la mano del Esp&iacute;ritu Santo, hagamos juntos este camino, para la mayor gloria de este Dios que nos ama de manera incondicional y para nuestra santidad.&nbsp;</p>

Los cinco minutos del Espíritu Santo 

"Ven, Espíritu Santo, 
y envía desde el cielo, 
un rayo de tu luz. 
Ven, padre de los pobres, 
ven a darnos tus dones, 
ven a darnos tu luz. 
Consolador, 
lleno de bondad, 
dulce huésped del alma. 
Penetra con tu santa luz 
en lo más íntimo 
del corazón de tus fieles. 
Sin tu ayuda divina 
no hay nada en el hombre, 
nada que sea inocente. 
Lava nuestras manchas, 
riega nuestra aridez, 
cura nuestras heridas."

<h2>¿Por qué hacer esta novena?</h2><p>El <strong>Papa Francisco</strong> es el gran promotor de la devoción a la <strong>Virgen María</strong><strong> Desatanudos</strong>. Esta devoción ha sido fuente de sanación y gracia para muchas familias en Latinoamérica.</p><h2>Si te unes, podrás:</h2><ul><li>Hacer con fe la <em><strong>Novena a la Virgen María Desatanudos</strong> y </em>pedir con confianza a nuestra madre María que obre maravillas en nosotros y, nos ayude a sortear nuestros problemas de la vida terrenal y espiritual.</li><li>Presentar nuestros problemas y dificultades a <em><strong>la Virgen Desatanudos</strong></em> para que ella nos ayude a desatar esos nudos que impiden que nuestra vida sea más tranquila <strong>física, emocional, espiritual, financiera, personal y profesionalmente.</strong></li><li>Agradecer a<em> <strong>la Virgen Desatanudos</strong></em><strong> </strong>por la multitud de favores que de sus manos experimentamos todos sus devotos.</li></ul><h2>Sobre la Virgen Desatanudos:</h2><blockquote><div class="hoz_quote"><em>La Virgen de los Desatanudos, <strong>es la Virgen que desata los problemas de la vida</strong> y aquella que nos libra de los engaños con que el demonio nos ata. <br /><br />– Mons. Eduardo García – Obispo auxiliar de Buenos Aires, Argentina</em></div></blockquote>

Reza a María Desatanudos para deshacer los nudos de tu vida

Santa María, llena de la Presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad de Padre, el Legado de tu Hijo, nuestro Señor, y la Maldad nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.

Ya que tú intercediste por nuestras di­ficultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la maraña de nuestras vidas.

Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que recibas en tus manos a (por quién, o por qué) y que lo libres de las ataduras y complicaciones que lo tiene[n] maniatado.

Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que, libres de todo enredo y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puesto nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos.

Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros. ¡Amén!