¡Seamos más luchadores !

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¿Quién no tiene su pequeña lucha, para ordenar sus cosas, hablar bien de alguien que nos cae mal, o luchas interiores para ir a visitar a un sacerdote para confesarse?

El Papa Francisco nos anima a no darse por vencido:

“La vida cristiana es un combate permanente.(…) Esta lucha es muy bella, porque nos permite celebrar cada vez que el Señor vence en nuestra vida. (…). Pero a esta generación, y a muchas otras, se les ha hecho creer que el diablo es un mito, una figura, una idea, la idea del mal. El diablo existe y nosotros debemos luchar contra él. Lo dice Pablo (…) La Palabra de Dios lo dice.”

No tengamos miedo porque Cristo ya venció el mal. San Pablo nos quiere tranquilizar:

“Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (Co,10,13)

¿Quiénes son nuestros aliados en esa lucha?

¡Jesús, por supuesto, cuyo nombre significa “Dios salva”!

La Virgen María, preservada del mal, que nos cobija bajo su manto. Nuestro ángel de la guarda, fiel compañero que nos cuida siempre. ¡No nos olvidemos!

A los 16, Clara de Castelbajac escribe lo siguiente a una amiga:

“Apenas sientes que te estás debilitando, recurre rápido a la Santa Virgen y a tu Ángel de la Guarda, ¡quédate segura de que te ayudarán! Son los mejores amigos y ¡cuán potentes! No te abandonarán. Luego, dales las gracias. El remedio es excelente.”

¿Y los santos?

Experimentaron combates y nos pueden guiar: Clara de Castelbajac y sus seguidores, Pier Giorgio Frassati y sus estudios…

“El cristiano aislado vive amenazado”: ¡la Iglesia es una aliada inmensa!

Sus sacerdotes son tesoros de consejos valiosos. Grupos de oración, capellanía, foros y retiros con comunidades, etc. Existen muchos lugares para encontrarse con más cristianos y apoyarse los unos con los otros. Así nos volvemos más fuertes y más fácilmente fiel a la oración, a la eucaristía y a la confesión.

Hoy, puedo buscar una de mi más frecuente debilidad e intentar combatirla. Por ejemplo: un resentimiento, una pereza, una tentación (acercándose de la Navidad, ¿quién no tiene?).

Oración:

O Virgen María, nos cobijamos bajo tu manto de misericordia, protégenos de los ataques del Mal.

Haz que el amor de Jesús triunfe en nuestros corazones y en el mundo entero.

Amen.

Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

¡Gracias! 107 personas oraron

3 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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