Lo que nosotros no podemos Dios lo realiza callada y misteriosamente

Queridos amigos:

Como hemos hablado en anteriores publicaciones cuando estamos viviendo crisis, noches oscuras, enfermedades, tormentas, podemos llegar a situaciones de debilidad total en la que nos damos cuenta de que no podemos nada

Son situaciones en que las emociones negativas nos invaden. Nos vemos invadidos en ocasiones por mucho miedo, por tristeza profunda, por ira…En fin vivimos una auténtica tormenta en la que nuestra barca zozobra.

En esos momentos nuestra cabeza, nuestro entendimiento, intenta encontrar mil y una razones por las que podemos encontrarnos así de mal y otras mil y una soluciones para salir de allí. Pero nada de eso nos sirve porque si estamos metidos en un proceso de crisis, de transformación interior, de crecimiento, ahí nuestra cabeza no tiene mucho que hacer. 

Y nos damos cuenta de que es absurdo continuar con todo ese dialogo mental, porque frente a Dios nosotros no podemos comprender nada, pero aún así nos resulta muy difícil parar esa tortura mental.

Y a esto se añade el que muchas veces los que están a nuestro alrededor no nos terminan de comprender, y es que realmente no pueden, si nuestra cabeza no alcanza a comprender ¿cómo van a comprender ellos que ni siquiera viven lo mismo que nosotros?

Todo eso unido a otras circunstancias que parecen juntarse de golpe puede causarnos un gran sufrimiento.

Si os dais cuenta realmente es como si Dios nos estuviera operando en un quirófano. En un quirófano hace frío, y nuestros familiares y amigos no pueden estar con nosotros. No es un lugar agradable y a nadie le agrada estar ahí. Sin embargo, pasamos por allí porque necesitamos sanarnos.

Visto así tal vez el proceso no nos resulte tan doloroso. Y en esa situación somos como los pacientes. Pacientes en el doble sentido. En el sentido de paciencia, de aguardar el momento en que sanaremos. Y paciente en el sentido de persona que sufre y está sometida a cuidados para sanar. Y por tanto su actitud no puede ser más que pasiva.

Estar en una situación así implica estar inmersos en un misterio. El misterio de lo que somos y de lo que llegaremos a ser si Dios actúa en nosotros y nos interviene para sanarnos. Es quedarnos indefensos, como el que está desnudo en la camilla del quirófano, sin protección. Por eso sentimos miedo. Pero es necesario pasar por ello. Agarrarse a la fe, a la confianza, a la esperanza. Y pensar que todo eso que nosotros no podemos sanar por nosotros mismos Dios lo está sanando durante esa intervención. Tal vez pensemos que no tenemos fe, que no sabemos resistir, que no podemos con tanto miedo. Pero Dios también está sanando todo eso. Que sintamos así no tiene nada que ver, porque Dios está actuando a un nivel muy profundo que no podemos alcanzar. Más adelante nos daremos cuenta.

Es importante en estos procesos darse cuenta de que, aunque el alma siente dolor el proceso es de Amor. Por eso cuando sintamos con fuerza el dolor podemos repetir, "yo sé que este proceso es de Amor, que Dios me está purificando y sanando para ser libre y poderle amar y ser amado".

Como lo explica San Juan de la Cruz en “Llama de Amor Viva”, la misma llama que purifica es la que luego glorifica, no perdamos de vista nunca esto. En esto consiste la operación en preparar el alma para la unión con Dios.  Dice así el santo en Llama de amor vivía Canción 1 verso 4:

“Porque, como esta llama es de extremada luz, embistiendo ella en el alma, su luz luce en las tinieblas (Jn, 1,5) del alma, que también son extremadas, y el alma entonces siente sus tinieblas naturales y viciosas, que se ponen contra la sobrenatural luz y no siente la luz sobrenatural, porque las tiene en sí como sus tinieblas, que las tiene en sí, y las tinieblas no comprehenden a la luz (Jn 1,5). Y así, estas tinieblas suyas sentirán en tanto que la luz las embistiere porque no pueden las almas ver sus tinieblas si no embistiere en ellas la divina luz, hasta que, expeliéndolas la divina luz, quede ilustrada el alma y vea la luz en sí transformada, habiendo sido limpiado y fortalecido el ojo espiritual con la luz divina. Porque inmensa luz en vista impura y flaca, totalmente le era tinieblas, sujetando el eminente sensible la potencia; y así, érale esta llama esquiva en la vista del entendimiento.

Y porque esta llama de suyo es en extremo amorosa y tierna, y amorosamente embiste en la voluntad, y la voluntad de suyo es seca y dura en extremo, y lo duro se siente cerca de lo tierno, y la sequedad cerca del amor, embistiendo esta llama amorosa y tiernamente en la voluntad, siente la voluntad su natural dureza y sequedad para con Dios; y no siente el amor y ternura de la llama, estando ella prevenida con dureza y sequedad, en que no caben estos otros contrarios de ternura y amor, hasta que , siendo expelidos por ella, reinen en la voluntad amor y ternura de Dios. Y de esta manera era esta llama esquiva a la voluntad, haciéndola sentir y padecer su dureza y sequedad.

Y, ni más ni menos, porque esta llama es amplísima e inmensa y la voluntad es estrecha y angosta, siente su estrechura y angostura la voluntad en tanto que la llama la embiste, hasta que, dando en ella, la dilate y ensanche y haga capaz de sí misma.”   

Espero vuestros comentarios sobre el tema de hoy, a todos nos enriquece mucho. También podéis pedir oración por una necesidad concreta.

Y para terminar una oración del cardenal Newman que podréis encontrar en mi blog, pulsa aquí.

Y un video con un tiempo de oración dedicado sobre todo para los que lo estáis pasando mal y camináis en la noche:

¡Hasta la próxima semana queridos amigos!

Oración de la comunidad

Jesús tu nombre me sana

Jesús, repito tu dulce Nombre, tranquilamente, empiezo a descansar en Ti, confío en Ti. Jesús, Tu sabes que estoy lleno de preocupaciones. Respiro suavemente , repito tu dulce Nombre y pongo todo el peso de mis ansiedades en tu hombro divino. Y ahora apoyo mi rostro en tu regazo y me dejo acariciar por tu mano dulce que me da tanta seguridad. Oigo tu voz suave que me dice que nada tema que Tú estás aquí conmigo. Jesús, Jesús, Jesús...

¡Gracias! 160 personas oraron

8 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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