Día 2: Misterios Dolorosos I, ¿qué te enseñanza en lo personal?

Preparemos nuestro corazón para el rezo del Santo Rosario con la siguiente lectura:

Jesús Crucificado

En la Tradición dominicana, en la que el “estudio” tiene una gran importancia en función de la predicación, algunos autores se refieren al “libro” que es Jesús Crucificado, en quien podemos, leer, estudiar y aprender:

Atendamos a lo que el beato Jordán de Sajonia (sucesor de Santo Domingo en el gobierno de la Orden) le escribe a la beata Diana de Andaló:

“La caridad [está] escrita con hermosura incomparable en Jesús tu Salvador, extendido en la Cruz como un pergamino, escrito con las heridas y pintado con su sangre preciosa. ¿En quién, te pregunto, queridísima mía, en quién se aprende a la perfección la lección de la caridad? Tú lo has conocido mejor, pues no hay carta alguna que pueda provocar con tanta vehemencia el amor. Fija aquí la agudeza de tu mente. Escóndete en las hendiduras de esta roca...” (Carta 15)

Y también a Santo Tomás de Aquino, otro dominico:

“En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes. Quien quiera llevar una vida perfecta no tiene más que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y desear lo que él deseó. En efecto, no hay un sólo ejemplo de virtud que no sea dado en la cruz. ¿Buscas un ejemplo de caridad? No hay amor más grande que dar la vida por los amigos, y Cristo lo hizo en la cruz... ¿Buscas un ejemplo de paciencia? El más perfecto se encuentra en la cruz... ¿Buscas un ejemplo de humildad? Mira el crucifijo... ¿Un ejemplo de obediencia? Sigue a Aquél que obedeció hasta morir... ¿Un ejemplo de desprecio de las cosas terrenas? Sigue a Aquél que es Señor de los señores y Rey de reyes, en quien se encuentran todos los tesoros de la sabiduría y que, sin embargo, en la cruz aparece desnudo, objeto de burlas, abucheado, golpeado, coronado de espinas, humedecido con hiel y vinagre, llevado a la muerte” (Expositio in Symbol, a. 4 n. 920-924).

Meditemos:

  • ¿Has estudiado en estas páginas, has podido ahondar en esta cátedra que es la Cruz de Jesús? ¿qué te enseña en lo personal?

María al pie de la Cruz

Junto a la Cruz de Jesús, se encuentra siempre su Madre.Nos recuerda el Papa Francisco que María “siempre señala a Cristo; es la primera discípula. Este es el rol que María ha ocupado durante toda su vida terrena y que conserva para siempre: ser humilde sierva del Señor, nada más. A un cierto punto, en los Evangelios, ella parece casi desaparecer; pero vuelve en los momentos cruciales, como en Caná, cuando el Hijo, gracias a su intervención atenta, realizó la primera “señal” (cf. Jn 2,1-12), y después en el Gólgota, a los pies de la cruz.

Jesús extendió la maternidad de María a toda la Iglesia cuando se la encomendó al discípulo amado, poco antes de morir en la cruz. Desde ese momento, todos nosotros estamos colocados bajo su manto, como se ve en ciertos frescos y cuadros medievales. También la primera antífona latina — Sub tuum praesidium confugimus, sancta Dei Genitrix: la Virgen que, como Madre a la cual Jesús nos ha encomendado, envuelve a todos nosotros; pero como Madre, no como diosa, no como corredentora: como Madre. María está siempre presente en la cabecera de sus hijos que dejan este mundo. Si alguno se encuentra solo y abandonado, ella es Madre, está allí cerca, como estaba junto a su Hijo cuando todos le habían abandonado.

María ha estado presente en los días de pandemia, cerca de las personas que lamentablemente han concluido su camino terreno en una condición de aislamiento, sin el consuelo de la cercanía de sus seres queridos. María está siempre allí, junto a nosotros, con su ternura materna.” (Audiencia General del miércoles, 24 de marzo de 2021. Catequesis 27. Rezar en comunión con María).

Un obispo de Argentina (Mons. Jorge Novak, que se encuentra en proceso de beatificación) al final de una vigilia de oración con familiares de detenidos-desaparecidos de la dictadura militar, en octubre de 1980, recitó esta oración a la Virgen Dolorosa:

“Madre… Tú supiste del dolor del hijo momentáneamente perdido. Tú experimentaste el dolor inmenso del hijo atrozmente muerto en la cruz. Puedes hablarnos con título propio de madre dolorosa en la tremenda soledad del Calvario. Pero también supiste de la alegría de la Pascua, del reencuentro, de la resurrección. Que te hable, por sí sola, nuestra situación, con su lenguaje de silencio, de soledad, de martirio. Haz que también este lenguaje sea de esperanza, de perdón, de reconciliación. En un contexto de odio, tú eres el amor. En un clima de insensibilidad, tú eres el corazón. A los gestos del abandono humano, tú respondes con presencia solícita de madre. Frente a los rostros de la mentira, tú desatas el diálogo de la verdad y la sinceridad. Apelamos a tu influjo maternal, nos apretujamos junto a ti en el Calvario de nuestra existencia. Danos la fuerza que, comunicada por el Espíritu Santo, te permitió aguardar, de pie, no con arrogancia humana, sino con fe cristiana, la alborada de la resurrección. Amén”.

Meditemos

  • María nos acompaña en el camino del dolor de la Cruz a la esperanza de la Pascua. ¿Cuáles son las palabras que escuchas de Ella? ¿Cuáles son los gestos que Ella te brinda?

Contemplaremos los Misterios dolorosos con la ayuda de las pinturas de fray Angélico.

Nos acompañan en la oración los novicios del Noviciado San Martín de Porres, en Mar del Plata, Argentina.


Oración de la comunidad

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¡Gracias! 304 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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