Día 26: El Crucificado

Un Saludo de Paz y Bien

Iniciamos este retiro en el Nombre del Padre, en el Nombre del Hijo y en el Nombre del Espíritu Santo. Amén.

Tengamos presente los cuatro momentos: preparación, lectura, oración y reflexión, y meditación que nos llevan a profundizar con Dios y en Dios en el sentido del sufrimiento que nos lleva a la vida.

Preparación

Recuerda tomarte unos minutos y tener a la mano tu libreta o cuaderno. Ya hemos entendido algunas cosas en este proceso, en una hojita escribe al Señor una pequeña nota lo que has comprendido, lo que todavía no es tan claro y pídele que te conceda la gracia de estar en el presente, de escuchar qué te quiere decir a ti hoy. No olvides agradecer. Dejando allí las comprensiones y las dudas, ahora sí ve al siguiente momento.

Lectura del fragmento de hoy

De todos modos, Cristo se acercó sobre todo al mundo del sufrimiento humano por el hecho de haber asumido este sufrimiento en sí mismo. Durante su actividad pública probó no sólo la fatiga, la falta de una casa, la incomprensión incluso por parte de los más cercanos; pero sobre todo fue rodeado cada vez más herméticamente por un círculo de hostilidad y se hicieron cada vez más palpables los preparativos para quitarlo de entre los vivos. Cristo era consciente de esto y muchas veces hablaba a sus discípulos de los sufrimientos y de la muerte que le esperaban: “Subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a príncipes de los sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, y se burlarán de Él y le escupirán, y le azotarán y le darán muerte, pero a los tres días resucitará”. Cristo va hacia su pasión y muerte con toda la consciencia de la misión que ha de realizar de este modo. Precisamente por medio de este sufrimiento suyo hace posible “que el hombre no muera, sino que tenga la vida eterna”. Precisamente por medio de su cruz debe tocar las raíces del mal, plantadas en la historia del hombre y en las almas humanas. Precisamente por medio de su cruz debe cumplir la obra de la salvación. Esta obra en el designio de amor eterno, tiene un carácter redentor (Juan Pablo II, 2011)

Oración y reflexión

Quiero decir que la cruz es un accidente, cuando yo digo accidente cuidado, no estoy diciendo que Jesús murió de un accidente, la muerte de Jesús no fue accidental, los que lo querían matar tenían ganas y no descansaron hasta que lo vieron muerto. Lo que estoy tratando de decir, es que Jesús hubiera podido morir de otra manera e igualmente hubiera salvado el mundo. La cruz era una muerte horrible, Jesús murió en cuestión de 6 horas lo crucificaron a las 9 y a las 3 ya estaba muerto, no duró mucho, tan débil estaba Jesucristo a él no lo mataron, hasta que le dio el paro de corazón y murió y sufrió lo indecible. Lo que yo quiero decir cuando digo que la cruz es un accidente, lo que digo es que Jesús hubiera podido morir de otra manera ¿por qué murió en una cruz? Porque la autoridad judía llamada Sanedrín que tenía muy claro que Jesús tenía que morir, ellos lo tenían claro Jesús es un blasfemo y le aplican la ley entonces tenía que morir, pero no podían ejecutarlo. Había ley romana del año 46 antes de Cristo, que determinaba que solo roma era la dueña de la vida y de la muerte, o sea que el único que podía determinar quién moría era la autoridad romana. Entonces el Sanedrín va donde Pilato, al principio no se la cree, él está convencido de la inocencia de Jesús, pero al final lo enredan, al final el romano toma la decisión y Jesús muere en la cruz, si la autoridad judía hubiera tomado la decisión, ¿cómo habría muerto Jesús? Ustedes, saben, con piedra, lapidación. Y Jesús no murió de piedra, murió crucificado la cruz de Jesús es histórica y eso nadie lo va a cambiar, pero si A Jesús hubiera muerto por la autoridad judía, nosotros no tendríamos una cruz, tendríamos una piedra aquí colgada. Jesús murió de cruz porque era una circunstancia histórica. Y esto es lo que llamo accidental, ¿por qué he enfatizado en esto? Porque la cruz puede venir de muchas maneras, lo importante no es el instrumento del martirio, lo importante no es la cruz o si es una piedra o un hacha o si es una enfermedad, o si es una locura, o si es un cáncer, la cruz puede ser cualquier adversidad cualquiera que me haga sufrir. Lo importante no es el instrumento del martirio, lo importante es yo qué hago con ella. Lo importante de la cruz no es la cruz es el crucificado, ¿qué hizo Jesús con la cruz? No huyó de la cruz, no se bajó de la cruz, abrazó la cruz.  Jesús asumió la cruz y la transformó desde dentro con la fuerza de su amor e hizo un instrumento de muerte en un instrumento de vida y de victoria. Es verdad que la cruz hay que venerarla claro, ahí fue donde históricamente lo hizo, pero lo importante es el crucificado, lo importante es la persona. (Padre Fidel Oñoro, 2020).

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Para meditar

¿Me reconozco en el papel del crucificado?

¿Qué estoy haciendo con el instrumento de martirio?

Oración de la comunidad

Oración

Señor Jesús uno mi dolor a tu dolor en la cruz y te lo ofrezco por mi sanación física, emocional, mental y la unidad de mi familia. San Juan Pablo II ruega por nosotros.

¡Gracias! 175 personas oraron

6 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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