Novena a la Inmaculada Concepción

Para Mayor Gloria de Dios, exaltación de su Iglesia y bien de las almas, veneremos a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, dirigidos por el Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote.

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🎯Objetivo de la novena:

Acercar a las personas a venerar el gran misterio de la Concepción Inmaculada de María Santísima.

Fecha de la novena:

Tradicionalmente las novenas se comienzan a preparar nueve días antes de la festividad. Todo ello como finalidad, para prepararse a la celebración del 8 de diciembre. Si bien, como toda novena, se puede rezar cuando uno quiera.

Concretamente, cada día recibirás:

✔ Una meditación

✔ Una imagen alusiva a la Concepción Inmaculada de la Virgen María

Sobre el dogma de la Inmaculada Concepción:

El misterio de la Inmaculada concepción fue descrito por el Beato Duns Escoto en los siguientes términos:

Deus Pótuit, décuit. Ergo fecit.

Pudo, convenía. Luego lo hizo. 

Es decir, Dios podía hacer a su Madre Inmaculada, convenía que lo hiciera por su misma honra, por lo que lo hizo.


Oración de la novena

Oración de todos los días

"Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre. A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción. Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener)."