Misterios de Dolor: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario

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Oremos juntos el Santo Rosario

  1. Haga la “Señal de la Cruz” y rece el “Credo de los Apóstoles”.
  2. Rece el “Padrenuestro”.
  3. Rece tres “Avemarías”.
  4. Rece el “Gloria”.
  5. Anuncie el misterio, luego rece el “Padrenuestro”.
  6. Rece diez “Avemarías” mientras medita sobre el misterio.
  7. Rece un “Gloria”.
  8. Rece la “Salve”.

Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario

Camino del Calvario, cargando la cruz, Jesús tiene una mirada compasiva a las mujeres que se lamentaban por él y les dice: no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. Porque si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco? Ciertamente, si el sistema imperante trató tan injustamente con un hombre bueno, qué no ha de hacer con grandes poblaciones a las que se ignora su condición humana. 

 El Papa Francisco nos invita a:

El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia (157). En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres. Basta mirar la realidad para entender que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien común (158). 

Oración de la comunidad

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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2 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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¡Oración del Rosario!

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