Día 2: Purificación y Discernimiento
Purificación y Discernimiento
Los ángeles contemplan continuamente el rostro de Dios (cfr. Mt. 18,10) y nos ayudan a ir construyendo esa figura de santidad que Dios quiere, a asumir la misión que el mismo Dios nos ha confiado. – Papa Francisco, Gaudete 18 & 19
La santidad es vivir en unión con Cristo los misterios de su vida. Consiste en asociarse a la muerte y resurrección del Señor de una manera única y personal, en morir y resucitar constantemente con Él. – Papa Francisco, Gaudete, 20
Los nueve (9) coros de ángeles nos ayudan a asumir este itinerario apasionante de la santidad y así reproducir en nuestras vidas el rostro de Jesús. La primera jerarquía angelical, la más cercana a Dios, esta conformada por Serafines, Querubines y Tronos.
* Serafines, su nombre significa que arde o quema. Son ángeles de fuego. Es el coro más cercano al trono de Dios y de ahí que arden de amor y quemen con el amor que está presente en Trono de Dios. – San Jerónimo
Son una especie de hoguera espiritual, ardiendo siempre en divina caridad; y no sólo están ellos encendidos, sino que comunican su fuego y luz ... – San Luis Gonzaga
Su misión es la de purificar nuestro amor y encenderlo, avivarlo con el fuego del amor de Dios.
* Querubines, los que tienen la plenitud de conocimiento; siendo portadores de la ciencia de Dios, nos guían y acompañan para saber percibir la presencia de Dios, su majestad y santidad en medio de la creación.
Son como confidentes del Rey celestial, colmados de conocimiento y sabiduría.” – San Luis Gonzaga
El camino a la santidad implica estar vigilantes, pues la existencia del diablo, el enemigo, el tentador, la serpiente, está entre nosotros. De hecho, Lucifer pertenecía al coro de los Querubines (cfr. Ezequiel 28) Esto es un llamado a la vigilancia y al cuidado: un ángel, portador de luz, cae al abismo y se hace tiniebla, oscuridad.
* Tronos, los secretarios íntimos y particulares de Dios. Los Tronos nos llevan a enderezar el amor a Dios y el amor a nosotros mismos.
Los Santos Tronos son los que hacen que nuestra vida sea impregnada, que en ella tome asiento la persona de Cristo y, que en nuestra vida tengamos sus mismos sentimientos (cfr. Flp. 2), y “que cada instante sea expresión de amor entregado bajo la mirada del Señor. De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de santificación” (n. 31). – Fernando Cárdenas Lee
Los Tronos son como el lugar donde Dios se sienta y por medio de ellos dispone los juicios. – San Gregorio Magno
Meditación Día 2
* Tristemente muchas veces desfallecemos ante los conflictos; hoy más que nunca debemos apasionarnos en todos los aspectos de nuestra vida. No tengamos miedo a llenarnos del fuego del amor de Dios para así enfrentar al mal y sus oscuridades. El fuego del amor de Dios consume las cenizas de nuestro pecado, elimina el temor y fortalece nuestra fe.
En ocasiones nuestro amor es tibio, sin compromiso; “no te santificarás sin entregarte en cuerpo y alma para dar lo mejor de ti en ese empeño” – Papa Francisco, Gaudete, 25
Los obstáculos en nuestro camino hacia la santidad nos los remueven los Serafines y nos vuelven a inflamar con fortaleza y diligencia en el amor de Dios. – Fernando Cárdenas Lee
El impacto que puede tener en la vida de nosotros el ser tocado por el fuego de Dios, es una experiencia que necesitamos percibir en nuestro propio corazón. Aquellos que han tocado el fuego de Dios encuentran que sus cadenas son consumidas. Debemos entregar a Dios todo pecado, debilidades y mediocridades, y presentarselas para que Él las queme con su fuego purificador y nos santifique.
No podemos olvidar que nosotros hemos elegido seguir a alguien que viene a traer fuego a la tierra y que es un apasionado en mantenerlo encendido. – Padre Pablo Garín
* Durante toda nuestra vida nos encontramos en medio de este combate espiritual y debemos ser conscientes que nos encontramos en medio de una guerra: ángel contra ángel, santos ángeles contra demonios.
Es precisamente ante esta mentira y engaño donde los Querubines nos ayudan y guían, nos alejan de la mentira, nos llevan a un camino de amor real; ellos nos prestan sus espadas de fuego para poner todo a la luz de la verdad.
Para no dejarnos engañar por Satanás que se disfraza de ángel de luz, existe la imperiosa necesidad del discernimiento. Los tiempos modernos nos proporcionan enormes posibilidades de acción y de distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas. En ocasiones las fuerzas del mal nos inducen a no cambiar, a dejar las cosas como están, a optar por el inmovilismo o la rigidez.
Otras veces se cae en la corrupción espiritual, una ceguera cómoda y autosuficiente donde todo termina pareciendo lícito: el engaño, la calumnia, el egoísmo y tantas formas sutiles de autorreferencialidad, como cuando "el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz" (2 Co 11,14)
No se discierne para descubrir qué más le podemos sacar a esta vida, sino para reconocer cómo podemos cumplir mejor nuestra misión de vida, y eso implica estar dispuestos a hacer renuncias hasta darlo todo. – Papa Francisco, Gaudete et Exultate nº 158 a 176.
* Los Tronos nos recuerdan que fuimos creados para reproducir la imagen del Hijo de Dios y esto lo hacemos en todo momento durante nuestra vida.
Eso exige que Dios repose en ti. Una tarea movida por la ansiedad, el orgullo, la necesidad de aparecer y de dominar, ciertamente no será santificadora. Las constantes novedades tecnológicas, el atractivo de los viajes, y el consumismo sin sentido, no nos dejan ningún espacio tranquilo en donde resuene la voz de Dios. Todo se llena de palabras, de placeres temporales y de ruidos, con gran rapidez. – Papa Francisco
Allí no reina la alegría sino la insatisfacción de quien no sabe para qué vive. ¿Cómo no reconocer que necesitamos detener esa carrera frenética para recuperar un espacio personal, a veces doloroso pero siempre fecundo, donde se entable el diálogo sincero con Dios?
Ojalá pudiéramos reconocer cuál es esa palabra, ese mensaje de Jesús que Dios quiere decir al mundo con cada una de nuestras vidas. – Papa Francisco
Oremos
- Un Padre Nuestro
- Un Ave María
- Un Gloria
Santos Serafines: Intercedan por mí en el trono de Dios; inspírenme confianza en Dios para que su plenitud pueda llegar cada vez más fructíferamente sobre mi alma.
Santos Querubines: Concédanme la ciencia que me permita acercarme a la luz del amor creador de Dios, y así descubrir su amor en toda su creación.
Santos Tronos: Guíenme para dejar el agobiante ritmo de esta vida que evita que Dios inunde mi corazón. Purifiquen mi espíritu, mi alma y mi corazón para que mi vida sea para la mayor gloria de Dios.
¡Amén!
¡Gracias! 1465 personas oraron
29 comentarios
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6