Día 2: la confianza
El caminito de la pequeña Teresa es de pura confianza y amor. Ella afirma:
“Cuida bien tu confianza; es imposible que el Señor no responda a ella, pues Él siempre mide sus dones conforme a nuestra confianza.”
La pequeña Teresita nos cuenta la siguiente historia:
“Un rey, que salió a cazar, perseguía un conejo blanco, que sus perros estaban a punto de atrapar. Cuando el conejito, perdido y asustado, se dio la vuelta y saltó rápidamente a los brazos del cazador, este fue conmovido por su confianza hacia él. A partir de ese momento, el cazador no soltaba ese conejo blanco, tampoco dejaba que nadie lo tocara, y sólo él mismo se permitía alimentarlo. Del mismo modo hará nuestro querido Dios con nosotros, cuando nos persiga la justicia, representada por los perros, y busquemos refugio directamente en los brazos de nuestro Juez…”
- RESOLUCIÓN:
💡 Hoy, esforcémonos, para que cada vez que nos equivoquemos, busquemos refugio (como el conejito) en los brazos de nuestro Padre divino.
Confiemos tanto en Su Misericordia, que dejemos de sentirnos tristes por haber cometido una falta.
Padre nuestro... Ave María... Gloria al Padre...
"Cuanto más pobre seas, más te amará Jesús. E irá lejos, muy lejos, para buscarte, si a veces te extravías un poco.”*
*Santa Teresa, en Obras completas de Santa Teresa de Lisieux.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6