Cariño
Extracto
María, después de escuchar el ingenuo y sincero relato de «mi gracia», me pidió permiso para contarlo en el Carmelo, y no podía decirle que no....
En mi primera visita a ese Carmelo querido me sentí inundada de gozo al ver a mi Paulina vestida con el hábito de la Virgen. Fue un momento muy dulce para las dos... Teníamos tantas cosas que decirnos, que a mí no me salía nada, me ahogaba de emoción...
La madre María de Gonzaga también estaba allí y me daba mil muestras de cariño. Vi también a otras hermanas, y delante de ellas me preguntaron por la gracia que había recibido, y [María] me preguntó si la Santísima Virgen llevaba al Niño Jesús, y si había mucha luz, etc.
Todas estas preguntas me turbaron y me hicieron sufrir. Yo no podía decir más que una cosa: «La Santísima Virgen me había parecido muy hermosa..., y la había visto sonreírme. Lo único que me había impresionado era su rostro.
Por eso, al ver que las carmelitas se imaginaban otra cosa muy distinta (mis sufrimientos del alma respecto a mi enfermedad ya había comenzado), me imaginé que había mentido... Seguramente, si hubiera guardado mi secreto, habría conservado también mi felicidad. Pero la Santísima Virgen permitió este tormento para bien de mi alma. Sin él, tal vez hubiera tenido algún pensamiento de vanidad, mientras que, tocándome en suerte la humillación, no podía mirarme a mí misma sin un sentimiento de profundo horror...
¡Sólo en el cielo podré decir cuánto sufrí...!
Manuscrito A Folio 31 r
Intención de Oración
Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, pidamos al Señor que nos de un corazón humilde. Para que seamos testigos de su amor con humildad y sencillez
¡Gracias! 419 personas oraron
11 comentarios
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6