Nuestra Señora de las Victorias
Extracto
Sin embargo, tenía un sol cerca de ella. Ese sol era la estatua milagrosa de la Santísima Virgen, que le había hablado por dos veces a mamá, y la florecita volvía muchas, muchas veces su corola hacia aquel astro bendito...
Un día vi que papá entraba en la habitación de María, donde yo estaba acostada, y, dándole varias monedas de oro con expresión muy triste, le dijo que escribiera a París y encargase unas misas a Nuestra Señora de las Victorias para que le curase a su pobre hijita. ¡Cómo me emocionó ver la fe y el amor de mi querido rey! Hubiera deseado poder decirle que estaba curada, ¡pero le había dado ya tantas alegrías falsas! No eran mis deseos los que podían hacer ese milagro, pues la verdad es que para curarme se necesitaba un milagro...
Se necesitaba un milagro, y fue Nuestra Señora de las Victorias quien lo hizo.
Manuscrito A Folio 30 r
Intención de Oración
Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, recemos a Nuestra Señora de las Victorias
Corazón Inmaculado de María
Refugio de los pecadores,
Madre del Buen Consejo,
Ven en nuestra ayuda.
¡Gracias! 380 personas oraron
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6