"El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús"

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 San Juan María Vianney, conocido como el cura de Ars, buscaba la conversión y la salvación de los pecadores, comprometiéndose en una lucha implacable contra el Maligno. Se convirtió así en la voz resonante de Dios, llevando una vida consumida en total fidelidad y consistencia hasta el final de sus días. Decía que el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús.

El sacerdote busca parecerse lo más posible a Cristo porque el amor de Dios encarnado en Jesucristo es el amor que cura y mantiene la paz y la armonía entre las personas. La misión del sacerdote es curar, a través de la Palabra de Jesús, a los hombres, mujeres y niños que requieren de la bondad de Dios para guiar sus vidas; para alcanzar la felicidad.

El cura de Ars fomentó nuevas y abundantes vocaciones. No nos desanimemos por el daño causado por algunos sacerdotes, sino que recordemos que la vocación es un don gratuito, totalmente inmerecido, que debe ser acogido con humildad y oración y por el cual hay que agradecer siempre al Señor.

Recordando las palabras de Benedicto XVI, con ocasión del 150° aniversario de su muerte, el santo Cura de Ars nos enseña que los sacerdotes deben transmitir alegría y esperanza; ser constantes y perseverantes en sus ministerios; y esforzarse en mostrar la ternura que San Juan María Vianney tenía hacia los heridos o los que habían pecado.

Ser cristianos auténticos significa, por lo tanto, caminar por el camino de la santidad. Un camino – enseña el Cura de Ars – hecho de sencillez, desinterés, pureza de intención y acción, fidelidad a Dios y al Evangelio, a los sacramentos celebrados, compartidos y vividos. Es la íntima unión personal con Cristo la que nos lleva a conformar nuestros deseos a la voluntad de Dios, nos llena de alegría y felicidad, nos ayuda a ser sal y luz del mundo.

Oración de la comunidad

Toma Señor mi libertad

Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer. Tú me lo diste, a Ti, Señor, lo retorno. Todo es Tuyo: dispone de ello según Tu Voluntad. Dame Tu Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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