DÍA 1: ACOGIENDO LA VOCACIÓN

Qué gran gracia es la de poder sellar con la vida el propio ideal - San Maximiliano Kolbe.

Extracto de la vida de San Maximiliano Kolbe

Rajmund Kolbe nació en 1894 en Polonia. Sus padres, Julius Kolbe y Maria Dubrowska, ejercen los dos el oficio de tejedores y pertenecen a la tercera orden los franciscanos.

Un día su madre, molesta por el carácter turbulento de su hijo, le pregunta ¿Qué será de ti en el futuro? Profundamente desafiado por esta pregunta, Maximiliano se habría dirigido directamente a la Virgen María. Fue entonces cuando habría tenido una visión de la Virgen de Czstochowa que, en respuesta, le ofreció dos coronas: una blanca para la pureza y otra roja para el martirio. Ella le pidió que eligiera y él cogió las dos coronas en señal de aceptación de ambos ofrecimientos y de esa manera se comprometió a ser mejor cada día.

Meditación

Nuestros corazones a menudo están llenos de preguntas, por ejemplo, el corazón de Maria Dabnowska, para quien, el agudo temperamento de su hijo, le hace preguntar, dentro de la molestia, en qué se convertirá su Raimund. A través de su ansiedad, su madre desafía el corazón de su hijo (ingenioso y despierto) con una pregunta cargada de significado. Esto llevará a Rajmund a ir a su otra madre: María, a quien dirige dicha pregunta. La respuesta de María es una invitación a seguir a su Hijo. Rajmund lo toma todo, acoge su vocación sin límites, incluso cuando tenía elección.

Criado en una familia de 5 hermanos, fue tempranamente educado en el profundo sentido de la obediencia. Más tarde dijo: "Por medio de la obediencia, llegamos a ser infinitamente poderosos..."

Un verdadero apóstol de la adoración de la Virgen María confiará toda su vida a la sabiduría de la Inmaculada y en su cooperación insustituible.

De la misma manera que el Padre Kolbe, adoremos e introduzcámonos el Misterio de María. Siguiendo el ejemplo de su madre, preguntemos al corazón de nuestros amigos, de nuestros hijos, de nuestros colegas el significado de sus vidas, y de esa manera abrir una puerta que los puede llevar a regresar a la conciencia de su vocación.  


Oración de la comunidad

Oración de consagración de San Maximiliano Kolbe

Oh, Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra, refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima, a quien Dios quiso confiar la entera economía de la misericordia: yo, indigno pecador, me postro a tus pies suplicándote humildemente que aceptes todo mi ser como cosa y propiedad tuya, y hagas lo que desees de todas las facultades de mi alma y de mi cuerpo, de toda mi vida, muerte y eternidad. Dispón, si quieres, de todo mi ser sin ninguna reserva, para que se cumpla lo que fue dicho de ti: “Ella te aplastará la cabeza”, así como: “Tú sola has destruido todas las herejías en el mundo entero”, a fin de que en tus manos inmaculadas y misericordiosísimas yo llegue a ser un instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria en tantas almas extraviadas e indiferentes y difundir así todo lo posible el bendito reino del Santísimo Corazón de Jesús. Concédeme alabarte, oh, Virgen Santísima. Dame fuerza contra tus enemigos.

¡Gracias! 108 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena a San Maximiliano Kolbe, mártir de la caridad.

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