50 días Laudato Si - 12

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Propuesta de oración


La Laudato Si te plantea abrir el oído.

Te dice: 

¡Escucha el gemido, el clamor!

¿Lo oyes o tienes puestos los cascos? ¿Lo oyes o tal vez estás demasiado absorto en escuchar tu propio discurso? ¿Hay ruido a tu alrededor? ¿Dentro tal vez?

“Pidamos la gracia de escuchar el grito de los que viven en aguas turbulentas. 

El grito de los pobres

  • es el grito ahogado de los niños que no pueden venir a la luz, de los pequeños que sufren hambre, de chicos acostumbrados al estruendo de las bombas en lugar del alegre alboroto de los juegos. 
  • Es el grito de los ancianos descartados y abandonados. 
  • Es el grito de quienes se enfrentan a las tormentas de la vida sin una presencia amiga. 
  • Es el grito de quienes deben huir, dejando la casa y la tierra sin la certeza de un destino. 
  • Es el grito de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen.” Papa Francisco

Hoy en tu oración escucha todos esos gritos.






Oración de la comunidad

Oración cristiana con la creación

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas. Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe. Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén. Encíclica Laudato Si nº246

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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