Evangelio según San Mateo 9,1-8.

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad.
Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados".
Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema".
Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal?
¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".
El se levantó y se fue a su casa.
Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.

Comentario del Evangelio

San Juan Crisóstomo (c. 345-407), presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía sobre el evangelio de Mateo, nº 29, 2; PG 57, 359

La profesión de fe de los judíos consiste en que sólo Dios puede perdonar los pecados. Pero Jesús, ya antes de perdonar los pecados, ha revelado los secretos de los corazones, mostrando con ello que también él poseía este poder reservado a Dios... Porque está escrito: “Sólo Tú, Señor, conoces los secretos de los humanos” y “el hombre ve las apariencias, Dios ve el corazón” (2Cr 6,30; 1S 16,7)... Jesús revela, pues, su divinidad y su igualdad con el Padre dando a conocer a los escribas lo que hay en el fondo de sus corazones, haciendo públicos los pensamientos que ellos mismos no osaban declarar abiertamente por temor a la muchedumbre. E hizo esto con gran dulzura...

El paralítico hubiera podido manifestar a Cristo su decepción diciéndole: “¡Está bien! Tú has venido para aliviar otra enfermedad y curar otro mal, el pecado. Pero ¿qué prueba tendré yo que me asegure que mis pecados están perdonados?”. Pero no dice nada de eso, sino que se confía a aquel que tiene el poder de curar...

Cristo dijo a los escribas: “¿Qué es más fácil decir: “tus pecados están perdonados” o decir “levántate y anda?» O dicho de otra manera: ¿Qué os parece más fácil: demostrar su poder sobre un cuerpo inerte, o perdonar a un alma sus faltas? Evidentemente que curar a un cuerpo, porque el perdón de los pecados sobrepasa la curación en tanto que el alma es superior al cuerpo. Pero, de la misma manera que una de estas obras es visible y la otra no, yo voy a realizar la obra visible y más pequeña, a fin de dar prueba de la que es más grande e invisible. En este mismo instante Jesús, a través de sus obras, da testimonio de que él es “el que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29).

    


    

Oración de la comunidad

Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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