Día 7: nuestra última esperanza

¡Iniciemos nuestro tiempo de oración!


✔️Primero reza la oración para el Séptimo Día

¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! Cuando me despierte con el alma sombría y desesperada, sin ningún rayo de luz, permite que tu Perpetuo Socorro brille en el fondo del alma como la última sonrisa de la Misericordia de Dios.
Cuando esté hundido(a) en la desesperación, concédeme refugio en la esperanza de saber que tú me cubrirás con la gracias del milagro. Confío que la paciencia llene mi alma, porque el tiempo de Dios es perfecto y siempre se hace su voluntad.


✔️Luego reza:

- Tres (3) « Avemarías » en honor de la Virgen

- Dos (2) « Glorias » en honor de San Alfonso María de Ligorio


Meditemos juntos:

Sólo un débil lazo nos une a Jesús: la devoción a Su Madre…

Tu Santa Imagen, oh Madre del Perpetuo Socorro nos cuenta que eres la última Esperanza del hombre en esta vida. Tu Divino Hijo en Tus Brazos observa los tormentos que le prepara el pueblo judío. Jesús ve con pena como lo arrebatan de tus Brazos, Sin embargo, no se desprende del todo…, porque Dios nunca abandona completamente al hombre. Eso indica la sandalia que cuelga de su Pie.  

Por eso vengo hoy a Tus Plantas… El mundo me rechaza…, los hombres me abandonan…, la familia se olvida de mí…, hasta la misma conciencia me persigue…. Y, entre tanto, los males me asedian y los dolores me atormentan… Mi corazón y mi cuerpo sangran por todos lados.

Madre mía, Tú eres mi última esperanza. ¡A Ti acudo! Necesito un milagro y te lo pido. Te lo pido y lo espero, y mis acciones Te alabarán toda la vida.



✔️Termina rezando estas cortas invocaciones:

-"Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¡ruega por mí!"

-"Adorado San Alfonso, inspírame el recurrir a María ¡en todas mis necesidades!"

Oración de la comunidad

Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

¡Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza te has querido llamar Madre del Perpetuo Socorro! Te suplico me protejas en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Bendíceme y ruega a Jesús por mí ahora y en la hora de mi muerte. ¡Amén!

¡Gracias! 391 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena- Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

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