¡Iniciemos nuestro tiempo de oración!

✔️Primero reza la oración para el Sexto Día

En la actual situación de desaliento y desesperación que nuestro mundo está viviendo, nos dirigimos a ti, ¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro! para que en situaciones adversas como la que hoy nos aqueja, nos concedas la gracia de tu infinita Misericordia. La vida del cristiano sobre la tierra es una lucha constante. Por eso a Ti acudo, y te llamo y te invoco; te llamaré y te invocaré hasta que al fin oigas mi angustiosa voz.
Esperamos confiados en ti, Madre adorada seguros que no nos vas a defraudar. Tenemos fe y confianza que hoy lo harás con toda la humanidad en tu divina advocación de Nuestra Madre Virgen del Perpetuo Socorro.
Bien sabemos que aunque somos pecadores, por tu intercesión Jesús no nos niega nada. Transmítenos ¡oh, Madre del Perpetuo Socorro! confianza ilimitada en tu infinita y poderosa bondad. 

✔️Luego reza:

- Tres (3) « Avemarías » en honor de la Virgen

- Dos (2) « Glorias » en honor de San Alfonso María de Ligorio

Meditemos juntos

Tu Nombre consolador encierra: Perpetuo Socorro de todos los hombres, y por tanto, Perpetuo Socorro mío…

Eres Perpetuo Socorro de todos los hombres en todos los tiempos… Todos los días sale el sol y sus rayos espléndidos comunican al mundo la fecundidad, la belleza y la vida… No hay nadie que se esconda de Tu Luz bienhechora… Desde siempre Tus Manos benditas han dejado caer sobre el mundo las lluvia de las gracias Divinas… Y se apagará el sol en el alto Cielo, y aún seguirás Tú derramando sobre todos los predestinados las alegrías de la gloria de Dios.

Eres Perpetuo Socorro en todas las edades de la vida... En la infancia te enviamos besos de amor; jóvenes te contamos nuestras luchas; ya adultos te consultamos nuestros proyectos; las familias crecen, viven y rezan a Tus Plantas; y los ancianos entran confiados a la eternidad, cuando al morir han podido dirigirte una última mirada.

Eres Perpetuo Socorro en todas las penas... cuando hay dolencias físicas, cuando la conciencia  remuerde, cuando hay tristeza en el alma, cuando falta el pan y cuando no hay paz, cuando la familia nos abandona y el mundo nos persigue, cuando todo se conjura contra nosotros, y cuando el mismísimo infierno mismo nos rodea, aún entonces hay un lugar donde estamos seguros, donde podemos cantar y bendecir a Dios: Tu Corazón, ¡oh Madre del Perpetuo Socorro!

✔️Termina rezando estas cortas invocaciones:

-"Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¡ruega por mí!"

-"Adorado San Alfonso, inspírame el recurrir a María ¡en todas mis necesidades!"