Admiración
Extracto
Una vez, estaba subido a lo alto de una escalera, y como yo quedaba justamente debajo de él, me gritó: «Apártate, chiquitita, que si caigo te voy a aplastar». Al oír eso, me sublevé interiormente, y, en vez de apartarme, me pegué más a la escalera, pensando: «Por lo menos, si papá se cae, no tendré el dolor de verle morir, pues yo moriré con él».
Me es imposible decir lo mucho que quería a papa. Todo en él me causaba admiración. Cuando me explicaba sus ideas (como si yo fuese ya una jovencita), yo le decía ingenuamente que seguro que si decía todas esas cosas a los hombres importantes del gobierno, vendrían a buscarlo para hacerlo rey, y entonces Francia sería feliz como no lo había sido nunca... Pero en el fondo me alegraba (y me lo reprochaba a mí misma como si fuese un pensamiento egoísta) de que no hubiese nadie más que yo que conociese bien a papá, pues sabía que si llegara a ser rey de Francia, sería desdichado, porque ésta es la suerte de todos los monarcas; y, sobre todo, ya no sería mi rey, ¡un rey sólo para mí...!
Manuscrito A Folio 21 v
Intención de Oración
Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, recemos por nuestros papas
¡Gracias! 308 personas oraron
9 comentarios
"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6