Día 7: El Padre Pío y la Comunidad Católica
El Padre Pío y la Comunidad Católica
El Padre Pío nació en Pietrelcina, Italia, en 1887. Fue ordenado por los Capuchinos en 1910. En 1916 llegó a San Giovanni Rotondo donde permaneció hasta su muerte. El 20 de septiembre de 1918, orando ante un Crucifijo, recibió el don de los estigmas, que, durante medio siglo permanecieron abiertos y sangrantes. Durante su vida desarrolló su ministerio sacerdotal, fundó los “Grupos de Oración” y un moderno hospital, al que dio nombre de “Casa de alivio del sufrimiento”. Murió el 23 de septiembre de 1968. Juan Pablo II lo beatificó el 2 de mayo de 1999 y lo canonizó el 16 de junio de 2002.
«Siempre mantente unido a la Santa Iglesia Católica, porque sólo ella puede salvarte, porque sólo ella posee a Jesús Sacramentado, que es el verdadero príncipe de la paz. Fuera de la Iglesia Católica, no hay salvación, ella te da el bautismo, el perdón de los pecados, el Cuerpo, la sangre, el Alma, y la Divinidad de Jesucristo, concediéndote por tanto la vida eterna; y todos los santos sacramentos para llevar una vida de santidad.» Padre Pío de Pietrelcina
Los principios generales de la espiritualidad franciscana del Padre Pío son plena e incondicional adhesión a la doctrina de la Iglesia Católica, guiada por el Papa y los Obispos.
Meditación del séptimo día
El Padre Pío, totalmente comprometido en cuerpo y alma con la Iglesia católica. Dedicó toda su vida al servicio de Dios y de los demás y a transmitir su mensaje para la salvación de las almas más necesitadas.
« [...] la Iglesia es santa, es esposa de Cristo, pero nosotros, los hijos de la Iglesia, somos todos pecadores, ¡y algunos grandes! – pero el Padre Pío amaba a la Iglesia tal y como era, no la destruyó con la lengua, como está de moda hacerlo ahora. ¡No! Él amaba a la Iglesia con todos sus problemas y sus adversidades, con los pecados de sus hijos. No os olvidéis de esto.» – Papa Francisco, Feb. 20, 2019 - Audiencia General
El Padre Pío ha sido el santo más perseguido y maltratado de y por la Iglesia. Sus estigmas son un llamamiento a recuperar el magisterio y la tradición de la Iglesia en medio del horrible siglo de la apostasía.
El Padre Pío vino a llenar el «vacío de Dios» que sufre el mundo contemporáneo, a hacer presente al Jesús vivo y resucitado, que se manifestaba a través de él, que volvía a sangrar en sus estigmas, que volvía al Calvario en sus eucaristías, que retornaba para sanar a los enfermos, para salvar almas. - Laureano Benítez
Oración por la Comunidad Católica
Humildísimo Padre San Pío de Pietrelcina,
Tú que verdaderamente amas a la Santa Iglesia Católica.
Ruega a Dios, nuestro Señor, al Señor de la Mies
para que mande obreros a Su Tierra,
con sacerdotes santos;
obtengamos la fuerza y la inspiración de Dios.
Te rogamos intercedas ante la
Santísima Virgen María;
para que conduzcas a toda la gente
hacia la unidad de los cristianos,
reuniéndolos en la gran casa de Dios;
que la Iglesia sea el faro de luz y salvación
en el mar de tempestad que es la vida.
¡Amén!
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6