Herencia

Extracto

                                               

Ese día se hizo esperar largo tiempo, pero catorce años más tarde Dios mismo rasgó ese velo misterioso. Estábamos en licencia sor María del Sagrado Corazón y yo, y hablábamos como siempre de cosas de la otra vida y de nuestros recuerdos de la infancia. Yo le recordé la visión que había tenido a la edad de seis a siete años, y de pronto, al contar los detalles de aquella extraña escena, comprendimos las dos a la vez lo que significaba... Era a papá a quien yo había visto, caminando encorvado por la edad... Era él, llevando en su rostro venerable y en su cabeza encanecida el signo de su prueba gloriosa... Así como la Faz adorable de Jesús estuvo velada durante su Pasión, así tenía que estar también velada la faz de su fiel servidor en los días de sus sufrimientos, para que en la patria celestial pudiera resplandecer junto a su Señor, el Verbo eterno... Y desde el seno de esa gloria inefable, nuestro querido padre, que reina ya en el cielo, nos ha alcanzado la gracia de comprender la visión que su reinecita había tenido a una edad en la que no era de temer que sufriera una ilusión. Desde el seno de la gloria, nos ha alcanzado el dulce consuelo de comprender que, diez años antes de nuestra gran tribulación, Dios quiso mostrárnosla ya, como un padre hace vislumbrar a sus hijos el porvenir glorioso que les tiene preparado y se complace en considerar por adelantado las riquezas incalculables que constituirán su herencia...

Manuscrito A Folio 21r


Intención de Oración

Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, agradecemos a Dios por todos los dones y las gracias recibidas


                                       

Oración de la comunidad

Ofrenda del día

Dios mío, te ofrezco todas las acciones que hoy realice por las intenciones del Sagrado Corazón y para su gloria. Quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolo todo a sus méritos infinitos, y reparar mis faltas arrojándolas en el horno ardiente de su amor misericordioso Dios mío, te pido para mí y para todos mis seres queridos la gracia de cumplir, con toda perfección, tu voluntad y aceptar, por tu amor, las alegrías y sufrimientos de esta vida pasajera para que, un día, podamos reunirnos en el cielo por toda la eternidad. Amén

¡Gracias! 224 personas oraron

6 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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