Junto a los refugiados sursudaneses de Uganda

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El padre Jesús Aranda es un misionero comboniano mexicano. Actualmente se encuentra en el norte de Uganda, en el campo de refugiados de Pagirinya, donde convive con 126.000 refugiados sursudaneses. Antes vivía en Sudán del Sur, pero el fantasma de la guerra le obligó a huir en 2016, cruzar la frontera e instalarse en campos improvisados:

Tuvimos que dejar nuestras casas, nuestras tierras, nuestras escuelas y nuestras iglesias para venir a refugiarnos en este país vecino. Yo y otro misionero, el comboniano español Isaac Martin, llegamos aquí acompañando a los cristianos de nuestra parroquia.

Al llegar, cada familia recibió un trocito de tierra de 20 metros cuadrados, unos troncos y una lona de plástico para construir un lugar donde poder vivir. Afortunadamente regularmente Naciones Unidas proporciona un poco de comida, pero la situación es terrible. No hay electricidad, el agua es escasa y los pocos centros de salud apenas tienen medicamentos. Gracias a Dios, hasta este inicio de junio de 2020, no se ha registrado ningún caso de coronavirus en Pagirinya.

Los padres Jesús e Isaac abrieron 9 capillas en las que la gente se reúne para celebrar al Dios de la Vida. Isaac tuvo que regresar a España pero Jesús sigue en el campo acompañando, orando y visitando a las personas más vulnerables: ancianos y enfermos. La fe en Jesucristo le da la fuerza que necesita:

La fe nos ayuda mucho, te da la esperanza para seguir adelante, te ayuda a vivir la compasión con los más necesitados. Es algo valiosísimo que nos ayuda a sentirnos más unidos en estas situaciones de desesperación, angustia y dolor. La fe nos empuja para trabajar en la construcción de un mundo mejor.

Por intercesión de San Daniel Comboni, oramos por todos los refugiados del mundo, en especial los de Pagirinya, donde trabaja el padre Jesús Aranda. Que nunca falten misioneros que entreguen su vida buscando el bien de los hermanos más necesitados.

Oración de la comunidad

Oración por las misiones y las vocaciones

¡Oh Padre!, tú quieres que todos los pueblos alcancen la salvación; despierta, pues, en todo creyente un nuevo fervor misionero, para que Cristo sea testimoniado y anunciado a los que aún no le conocen. Por intercesión de San Daniel Comboni sostén y alienta a los misioneros en su obra evangelizadora y sigue suscitando nuevas vocaciones para las misiones. Virgen María, Reina de los Apóstoles, que has ofrecido el Verbo encarnado al mundo, dirige la humanidad hacia Aquel que es la luz verdadera que ilumina a todo viviente, y haz de nosotros unos fervientes colaboradores suyos. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

¡Gracias! 24 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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