África frente al coronavirus: entre la espada y la pared

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África es el continente menos golpeado por la pandemia de la COVID-19. Tal vez sea el clima, tal vez la juventud de su población… nadie lo sabe exactamente, pero lo cierto es que, por el momento, en la franja central de África se han registrado -a Dios gracias- pocos casos de contagio. No obstante, las medidas de cierre de fronteras y de confinamiento obligatorio están suponiendo un sufrimiento enorme para sus poblaciones. Es lo que está viviendo la misionera comboniana Elisabetta Raule, en Chad, como médica y directora del hospital San José de la ciudad de Bebedjia (en la foto).

Chad es uno de los países más pobres de África. La mortalidad infantil de niños menores de 5 años y la mortalidad materna durante el parto son de las más altas del mundo. La malaria, la tuberculosis y la malnutrición son otras de las grandes ‘pandemias silenciosas' que sufre el país. En este contexto, la hermana Elisabetta y sus compañeras hacen frente a la nueva amenaza del coronavirus tratando de formar e informar al personal sanitario sobre las medidas a adoptar, aunque carezcan de material de protección y de test de diagnóstico. Por si fuera poco, el gobierno ha llamado a la capital, Yamena, médicos y enfermeras de los hospitales estatales periféricos con la consiguiente transferencia de enfermos al hospital católico de San José que dirigen las Misioneras Combonianas.

Con todo, Elisabetta considera que lo peor de todo son las medidas de cierre de fronteras y el toque de queda impuesto por las autoridades: 

«Estas medidas exponen a la población a un riesgo muy grande de hambre, porque muchos comercios están cerrados, la circulación está limitada y un país como Chad sin salida al mar en medio del desierto del Sahara y con las fronteras cerradas, puede verse privado de la llegada de bienes de primera necesidad».

Y añade:

«La población vive un poco de la agricultura, la ganadería, los pequeños negocios, el transporte… que son actividades que se realizan día a día, por eso este encierro puede tener consecuencias desastrosas para la gente».

Por intercesión de San Daniel Comboni oramos por la población de Chad y de tantos otros países africanos que la pandemia sitúa entre la espada y la pared: la amenaza del virus por un lado y las medidas excepcionales para combatirlo por otro que dificultan la movilidad de las personas y ponen en riego su búsqueda diaria de sustento.

Oración de la comunidad

Oración por las misiones y las vocaciones

¡Oh Padre!, tú quieres que todos los pueblos alcancen la salvación; despierta, pues, en todo creyente un nuevo fervor misionero, para que Cristo sea testimoniado y anunciado a los que aún no le conocen. Por intercesión de San Daniel Comboni sostén y alienta a los misioneros en su obra evangelizadora y sigue suscitando nuevas vocaciones para las misiones. Virgen María, Reina de los Apóstoles, que has ofrecido el Verbo encarnado al mundo, dirige la humanidad hacia Aquel que es la luz verdadera que ilumina a todo viviente, y haz de nosotros unos fervientes colaboradores suyos. Por Cristo nuestro Señor. Amen.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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