Caminaba

Extracto

                                               

Pero vuelvo a mi jornada del domingo. Aquella alegre jornada, que pasaba con tanta rapidez, tenía también su fuerte tinte de melancolía. Recuerdo que mi felicidad era total hasta Completas. Durante esta Hora del Oficio, me ponía a pensar que el día de descanso se iba a terminar, que al día siguiente había que volver a empezar la vida normal, a trabajar, a estudiar las lecciones, y mi corazón sentía el peso del destierro de la tierra... y suspiraba por el descanso eterno del cielo, por el domingo sin ocaso de la patria...                   

Hasta los paseos que dábamos antes de volver a los Buissonnets dejaban en mi alma un sentimiento de tristeza. En ellos la familia ya no estaba completa, pues papá, por dar gusto a mi tío, le dejaba a María o a Paulina la tarde de los domingos. Sólo me sentía realmente contenta cuando me quedaba yo también. Prefería eso a que me invitasen a mí sola, pues así se fijaban menos en mí.

Mi mayor placer era oír hablar a mi tío, pero no me gustaba que me hiciese preguntas, y sentía mucho miedo cuando me ponía sobre una de sus rodillas y cantaba con voz de trueno la canción de Barba Azul...

Cuando papá venía a buscarnos, me ponía muy contenta. Al volver a casa, iba mirando las estrellas, que titilaban dulcemente, y esa visión me fascinaba... Había, sobre todo, un grupo de perlas de oro en las que me fijaba muy gozosa, pues me parecía que tenían forma de T (poco más o menos esta forma ). Se lo enseñaba a papá, diciéndole que mi nombre estaba escrito en el cielo, y luego, no queriendo ver ya cosa alguna de esta tierra miserable, le pedía que me guiase él. Y entonces, sin mirar dónde ponía los pies, levantaba bien alta la cabeza y caminaba sin dejar de contemplar el cielo estrellado...

Manuscrito A Folio 18 r


Intención de oración

Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, que Jesús nos enseñe a seguirlo con los pies en la tierra y en nuestro camino, y los ojos y el corazón levantados hacia El

                                       

Oración de la comunidad

Ofrenda del día

Dios mío, te ofrezco todas las acciones que hoy realice por las intenciones del Sagrado Corazón y para su gloria. Quiero santificar los latidos de mi corazón, mis pensamientos y mis obras más sencillas uniéndolo todo a sus méritos infinitos, y reparar mis faltas arrojándolas en el horno ardiente de su amor misericordioso Dios mío, te pido para mí y para todos mis seres queridos la gracia de cumplir, con toda perfección, tu voluntad y aceptar, por tu amor, las alegrías y sufrimientos de esta vida pasajera para que, un día, podamos reunirnos en el cielo por toda la eternidad. Amén

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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