El poder transformador de la Cruz

Queridos amigos:

El pasado lunes día 20 de abril de madrugada falleció en Madrid María José de Ben psicóloga muy prestigiosa y que impartió conferencias y charlas por toda España. Hizo muchísimo bien ayudando a las personas a descubrir que podían ser felices amándose a sí mismas. Nos enseñó que el amor es algo que cada uno puede irse fabricando con un esfuerzo personal, madurando y construyéndose como persona, y sobre todo bebiendo del Amor de Dios y entrando en la vida trascendente que está más allá de nuestra vida racional.  Yo la conocí siendo aún muy joven y me ayudó a salir de una fuerte crisis personal, a madurar y a descubrir el Amor con mayúsculas. Ella fue la que me llevó a conocer a San Juan de la Cruz. De hecho, me leía su obra en las terapias y me iba explicando su doctrina como un camino de maduración, sanación y transformación. Por eso quería hacerle este pequeño homenaje aquí, ya que ella es la responsable de que esta comunidad se haya formado.  ¡Gracias María José por haber sido mi madre espiritual y psicológica y haberme querido incondicionalmente!

¡¡¡¡¡Hoy también os traigo una gran sorpresa!!!!!

El padre Vicente Sánchez, dominico, misionero y gran predicador dedica unas palabras a esta comunidad en una de sus charlas y a partir de hoy espero poder traeros muchas más. Es un gran conocedor del camino de sanación interior y de la transformación personal y también de San Juan de la Cruz. Podéis encontrar todas sus charlas en YouTube. Aunque es español se encuentra ya desde hace bastantes años trabajando como misionero en Hong Kong. Cuando oí sus charlas me impresionó su gran sensibilidad y profundidad espiritual  y pensé que era la persona idónea para hablarnos. Os dejo con él, que lo disfrutéis:

Espero que estéis todos bien, cuidaros mucho.

¡Hasta el próximo sábado!

Oración de la comunidad

Jesús tu nombre me sana

Jesús, repito tu dulce Nombre, tranquilamente, empiezo a descansar en Ti, confío en Ti. Jesús, Tu sabes que estoy lleno de preocupaciones. Respiro suavemente , repito tu dulce Nombre y pongo todo el peso de mis ansiedades en tu hombro divino. Y ahora apoyo mi rostro en tu regazo y me dejo acariciar por tu mano dulce que me da tanta seguridad. Oigo tu voz suave que me dice que nada tema que Tú estás aquí conmigo. Jesús, Jesús, Jesús...

¡Gracias! 178 personas oraron

18 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Sanación interior con San Juan de la Cruz y otros místicos

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