La Iglesia nos propone hoy la pasión según san Juan. Un texto lleno de contenido. Voy a proponerte detenernos en lo que hace y dice Jesús: 

salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. 

Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. 

Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo: + «¿A quién buscáis?»

Les dijo Jesús: + «Yo soy.»
+ «Os he dicho que soy yo. Si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos»

Dijo entonces Jesús a Pedro: + «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»

Jesús le contestó: + «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.»

C. Jesús respondió:
+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas?»

Jesús le contestó: + «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»

Jesús le contestó (a Pilato): + «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»

+ «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»

Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. 

Pero Jesús no le dio respuesta. 

+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.»

Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
+ «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
C. Luego, dijo al discípulo:
+ «Ahí tienes a tu madre.»

para que se cumpliera la Escritura dijo: + «Tengo sed.»

Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: + «Está cumplido.»

E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. 

Recorrer los gestos y las palabras de Jesús nos ayuda a darnos cuenta de la manera en que el Hijo de Dios ofrece su vida y va a la pasión. Sin duda, es arrestado, flagelado, condenado... Pero Él opta por el camino del perdón, del don de sí, de la verdad a la hora de responder y a la hora de callar.  

Claves para el camino: Pídele a Jesús poder acompañarle libremente en su camino hacia la cruz. Deja resonar en ti sus palabras: 

"¿A quién buscáis?"; «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿no lo voy a beber?»; ¿por qué me pegas?»; «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»; «Mi reino no es de este mundo; soy rey; Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz"; «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto"; «Ahí tienes a tu madre.»; «Tengo sed.»; «Está cumplido.». 

Escoge la que te hable más personalmente en este momento y acógela en tu corazón. 

¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!