En el Evangelio de hoy nos vamos acercando al drama que vivirá Jesús en estos días. Volvemos a encontrarnos con muchos personajes. Te invito a detenerte sobretodo en Jesús. Para hacerlo, el contraste con los otros personajes puede ayudarte a entrar mejor en su corazón. 

Judas, va a ver a los sumos sacerdotes para negociar con ellos: «¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?». Ellos ajustan con él en treinta monedas. Y treinta monedas le parecen suficientes a Judas para entregar a Jesús. Desde entonces anda a buscar una ocasión propicia para entregarlo. Su corazón entró en diálogo con la tentación y no encontró vuelta atrás.

Los discípulos: Quieren preparar la cena de Pascua y quieren hacerlo conforme a los deseos de Jesús. «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» Y en base a las instrucciones de Jesús, van y preparan la Pascua donde Él les ha pedido. Ante los comentarios de Jesús de que uno de ellos lo va a entregar, van preguntando uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?». Y es que nadie está extento de que su corazón mezclado le lleve a alejarse del Señor. 

Fulano, no sabemos quién es, pero este sí que tiene suerte, Jesús sabe que su momento está cerca y Jesús le manda a decir: "Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»

Jesús: Se pone a la mesa con sus discípulos. Entra a casa de fulano. Sabiendo que Judas lo va a entregar, no lo echa de la cena, lo acoge como a cualquiera de sus discípulos. Sus palabras no son un reproche, parecen más bien una invitación para que Judas recapacite:  «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.». Ante la pregunta de los discípulos Jesús no acusa directamente a Judas sino que declara: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.» Jesús siente dolor por Judas. Sabe que no podrá vivir lejos del bien y la verdad por mucho tiempo y quiere todavía darle una oportunidad.

Claves para el camino: Puede ayudarte detenerte en estos personajes y quizá identificarte con "fulano" a quién Jesús le manda a decir que quiere celebrar la Pascua en su casa. Prepárale tu casa, acompáñalo, escúchalo y dile que quisieras estar cerca de Él en estos días. 

¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!