Habrá vida allí donde llegue el torrente

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En las lecturas de hoy el agua está muy presente. En la primera lectura vemos el agua que brota del templo como un río que fecunda y da vida. En el Evangelio, Jesús cura a un paralítico que vino a buscar la salvación en la piscina de Betesda. Todo esto nos pone en relación con el agua de nuestro bautismo, un agua que cura del pecado y nos libera, un río inmenso que brota del corazón de Jesús y engendra la vida eterna en nosotros. 

La primera lectura nos describe la visión del profeta Ezequiel. Describe con detalle un río de vida que brota desde el costado oriental del templo y que se va extendiendo y va fecundando todo el territorio, incluso el mar muerto: «Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal, Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente. En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales».  La desgracia y el mal desaparecen con el paso del agua vivificante y purificadora que brota desde el nuevo templo habitado por la gloria del Señor. 

El evangelio nos habla de un agua que cura, pero a la que hay que acercarse. Nos pone ante un paralítico que lleva 38 años esperando ser curado. No logra llegar a la piscina cuando se remueven las aguas. Jesús descubre que lleva muchos años paralítico y le pregunta: «¿Quieres quedar sano?». Ante la explicación que el paralítico le da, Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar».  Y el hombre "quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.". Jesús no se detiene en la dificultad del paralítico y para curarlo, quiere contar con su libertad y su puesta en movimiento. Es él quien debe levantarse, tomar su camilla y echar a andar. 

Claves para el camino: Hoy puede ser un buen día para renovar las gracias que recibiste con tu bautismo. Recordar que ese sacramento nos hace acoger la vida divina y nuestra filiación a Dios y dar gracias por ello. Identificar si hay algo que me tiene paralizado hoy y escuchar a Jesús decirme: "Levántate y camina", "cuentas con la gracia del bautismo", hay muchas maneras de ponerse en camino, ¿cuál es la tuya en este momento?

¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!  

Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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