Su manifestación es segura como la aurora
En la primera lectura el Señor nos dice: "Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos" y Jesús, en el evangelio, agrega que Dios da su gracia al que se acerca humildemente ante Él. Si tomamos en cuenta nuestra fragilidad y pecado, es como si saltáramos en un trampolín hacia más amor y entrega. De la confesión de la falta sube la acción de gracias por el perdón recibido.
El profeta Oseas nos invita: "VAMOS, volvamos al Señor". Y nos invita a descubrirlo especificando ciertas acciones que nos permiten conocer al Dios de amor: él nos curará... él nos vendará... nos volverá a la vida... nos hará resurgir. Ese es el Dios al que invita a esforzarse por conocer. Un conocimiento lleno de confianza y de la certeza de que: "Su manifestación es segura como la aurora. Vendrá como la lluvia, como la lluvia de primavera que empapa la tierra". A Él no le detienen nuestras inconsistencias y fragilidades. Sabe que nuestro amor en cambio es: "como nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece", inconstante y frágil. Y sabiendo esto nos invita a la fidelidad y a conocerle. La fidelidad es entonces creer en su amor, tener la certeza de su incondicionalidad y poner en sus manos nuestra fragilidad.
Eso es lo que comprendió muy bien el publicano del Evangelio. Se aercó a orar siendo muy consciente de su fragilidad: “Oh, Dios!, ten compasión de este pecador”. Y ese corazón contrito, le alcanzó la gracia de Dios. Nos dice el Evangelio que regresó a casa justificado y enaltecido.
Claves para el camino: Puede ayudarte orar con el salmo de hoy. Toma el tiempo para leerlo pausadamente y teniendo como telón de fondo ese Dios de amor que está siempre dispuesto a curarnos, a darnos vida, a hacernos resurgir:
R/. Quiero misericordia, y no sacrificios
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
V/. Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos. R/.
¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6