La llamada a la conversión que marca el tiempo de cuaresma se hace sentir hoy con fuerza: "Vuelve, Israel, al Señor tu Dios", nos dice el profeta Oseas en la primera lectura. Para volvernos al Señor, hay que escucharle. El salmo nos lo recuerda: "Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz". La voz de Dios que nos habla por medio de su hijo Jesús: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”... “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Aquí están las claves del camino de conversión cuaresmal. 

El profeta Oseas insiste en lo que orábamos ayer. Reconoce claramente nuestras faltas y rebeldías e invita a volver al Señor, a ofrecer en sacrificio las palabras de nuestros labios. No importa cuán grandes sean las faltas del pueblo, siempre podrá volver a Dios.  

Esto es posible porque Dios es Padre. Oseas lo define con expresiones muy hermosas: "En ti el huérfano encuentra compasión”. Podemos imaginar el gran dolor y ausencia para un niño que no tiene padres. Sólo en Dios, Padre por excelencia, puede encontrar compasión. 

Ese Dios compasivo promete: “Curaré su deslealtad, los amaré generosamente, porque mi ira se apartó de ellos. Seré para Israel como el rocío, florecerá como el lirio, echará sus raíces como los cedros del Líbano. Brotarán sus retoños y será su esplendor como el olivo, y su perfume como el del Líbano". A Dios no le detienen nuestras faltas, Él puede curarnos. Su amor generoso dará fruto en nosotros: "Regresarán los que habitaban a su sombra, revivirán como el trigo, florecerán como la viña, será su renombre como el del vino del Líbano". No importa lo que descubramos en nosotros como faltas y debilidades. Siempre que volvamos a ese Dios Padre, encontraremos perdón y compasión. 

De ese perdón y compasión brotará en nosotros el deseo de vivir como Jesús nos pide: Amando a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Aquí está el sacrificio que agrada a Dios, aquí está la verdadera conversión. 

Claves para el camino: Si en este camino cuaresmal no te has acercado todavía al sacramento de la reconciliación aquí te propongo una guía para hacerlo de una manera renovada y como hijo que vuelve a casa y que se alegra del vivir en la casa del Padre: http://cvx-uruguay.org/wp-content/uploads/2012/07/Para-preparar-la-reconciliaci%C3%B3n-Cardenal-Martini.pdf