Vuestro Padre dará cosas buenas a los que le piden

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En el Evangelio de hoy se sitúa en al final del sermón de la montaña. Es un discurso que plantea los grandes desafíos del Reino de Dios. Desafíos que podrían parecer utópicos y que desbordan nuestra capacidad humana. Nos propone entrar en la nueva ley del Reinado de Dios: La del amor.  

Hoy Jesús viene a recordarnos que esa ley del amor no se puede cumplir solamente a través del esfuerzo humano, sino que se recibe gratuitamente, como un don de Dios. Pero ese don, debe estar precedido por la petición del don. No se trata de una petición puntual, sino de una vida entendedida como búsqueda comprometida con el Reino de Dios. Esta búsqueda es reiterada en el pasaje: PEDID, BUSCAD, LLAMAD... porque a quien pide, busca, llama... 

Y para mostrarnos como Dios responde, Jesús vuelve a hablarnos del Padre. Para hacerlo, usa la comparación con un padre terrenal. Si su hijo le pide pan, no le dará una piedra. Y si le pide pescado, no le dará una serpiente. Nos hace ver la incondicionalidad del amor de los padres que están siempre dispuesto a darle a los hijos lo que necesitan. 

Y así nos habla del Padre bueno, que nos dará lo que le pidamos y que no es jamás sordo a nuestras necesidades. 

Y el contacto con este Padre bueno que nos ama y incondicionalmente y que está dispuesto a darnos las gracias que necesitamos para ser mejores nos lleva a querer vivir con la creatividad de un amor que no conoce límites: "todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos". El centro se va poniendo cada vez más en Dios y en los demás. 

Claves para el camino: En este día puede ayudarte pensar en lo que deseas para esta cuaresma y a pedirlo con confianza. Si tu deseo va en la línea del de Dios y buscas amar a los demás como Él te ama. Seguramente te dará las gracias que necesitas para caminar en esa dirección. 

Puede ayudarte rezar con el salmo de hoy e intentar unirte a la oración de Jesús a su Padre: 

R/. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor

V/. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R/.

V/. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R/.

V/. Tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo.
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.  

¡Buen camino hacia la Pascua!


Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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