Recordando a Santo Tomás de Aquino
La mesa cultural sobre la que jugamos las cartas de nuestra vida en el 2020 tiene cuatro patas: Inmediatismo, individualismo, relativismo, narcisismo.
1. Inmediatismo: es maravilloso tener un libro con un clic, y 30 libros con 30 clic en 0,03 segundos pero mata la capacidad de argumentar si se aplica a procesos humanos que requieren maduración. Santo Tomás nos ayuda a defender la capacidad de argumentar. El nos puede ayudar sobre todo con su actitud a no adoptar opiniones enlatadas , sino abrazar la argumentación y la reflexión por encima del inmediatismo informativo. privilegiar la sabiduría a la que se llega sopesando la verdad de las opiniones .
2. el individualismo : la parte hermosa del individualismo es el derecho a la libertad defendido jurídicamente, eso es ominoso. Pero existe una reconcentración en el yo y esto aplana la existencia humana en torno al desinterés . Quien no está afectado por el individualismo… Y que relaciones tan débiles fomenta esto. Santo Tomás en cambio es un pensador humilde, y sus enseñanzas están tan vaciadas de lo demasiado personal que hicieron falta siete siglos para saber de su vida.
3. Relativismo: Un pensamiento relativista nos lleva al desencanto del mundo sin referencia al orden objetivo del ser. Se mide la vida en euros, se llega al consentimiento por manipulación , a vivir de la mentira útil, se acepta pacíficamente al persuasor oculto... Toqueville decía que se podría llegar a una sociedad de individuos encerrados en sus corazones que renuncian al autogobierno.
Santo Tomás usa la razón, la aplica a las causas últimas a los primeros principios y produce certeza. Creando una actitud abierta ante algo más elevado superior a sí mismo. Aplicando en su pensamiento que la verdad nos hace realmente libres y no indiferentes ni manipulables.
4. Narcisismo. La era del vacío el prototipo es Narciso, una sociedad permisiva, al margen de los selfies y de la auto referencia, Cuando sólo existes tú como principio y fin, como culto y objeto de deseo, eres candidato a toda crisis y a todo peligro, porque la brújula de la razón apuntará sólo al valor económico contingente y no a verdades superiores.
Tener las actitudes de Santo Tomás, seguir su contenido, método y espíritu, convierten a la comunidad en un testimonio. El deseo de Jesucristo de ser uno , de mantenernos unidos , de crear comunidad, pero una comunidad extrovertida y comunicativa, convierte a la universidad en el lugar donde compartimos todo entre nosotros, la fantasía, los recursos, la autocrítica, los conflictos, los fracasos y los éxitos. Pero buscar todos juntos la verdad hace que entre todos promovamos lo que une, y que bajo el tablero de la cultura dominante pongamos la roca de la compañía y el diálogo.
El testimonio de una comunidad unida por algo superior a nosotros mismos.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6