En Dios todo lo encuentro
En Dios María Emilia supo elevar sus aspiraciones más profundas, despreciando el humano respeto y perdiendo su pobre nada en Dios que fu siempre su Todo.
Su vida estaba impulsada por un vuelo más alto y era su deseo siempre amar a Dios y darlo a conocer.
Solía pasar largas horas de rodillas delante de Jesús Sacramentado como si el tiempo no pasara y allí encontraba toda la fuerza para su vida, para amar, para servir y continuar el camino al que Dios la había llamado.
Ella nos invita hoy a mirar más allá de nuestros miedos para dejar que la mirada de Jesús nos encuentre y El sea nuestro Todo.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6